Los simuladores navales recrean catástrofes y regatas deportivas
El Salón Náutico de Barcelona presenta distintas aplicaciones
Dominar los secretos de una embarcación requiere tiempo y si todo el aprendizaje se ha de hacer en la mar... más dinero. Los simuladores son herramientas que pueden recrear desde el timón de un optimus a la sala de mandos de un petrolero. Pero su capacidad para reproducir virtualmente una determinada realidad no los hace útiles sólo para el aprendizaje. Una muestra de estas máquinas está en el Salón Náutico de Barcelona que se celebra estos días.
La empresa Transas dispone de simuladores de cargas líquidas, de sala de máquinas y de crisis, entre otros. "Imaginemos un vertido cerca de Cádiz", explica Alfonso Camacho, de Transas. "Si las autoridades disponen de un helicóptero en Barcelona y de tres barcos en Tarragona pueden calcular el tiempo de llegada. Además, si se introducen los datos meteorológicos de la zona del vertido puedes comprobar el impacto de las mareas en la mancha, cómo evolucionará y actuar con menos margen de error".
El catálogo de Transas incluye simuladores para la náutica deportiva hasta la mercante de grandes dimensiones en los que se recrea todo el puente de mando.
Educación y recreo
Hay modelos más humildes que, por ejemplo, se centran en reproducir el sistema de radiocomunicación. El profesor puede definir las dificultades acústicas, el ruido que se genera en función de la distancia y ubicación de los barcos. Una de las ventajas didácticas de los simuladores es que mientras una clase en alta mar es para dos alumnos máximo, en la clase virtual pueden seguir la actividad ocho alumnos, en circunstancias distintas y sin gastar combustible.
Transas trabaja con ordenadores en red. Cada ordenador sirve a un módulo de simulación. "Para un simulador básico se necesita un ordenador de 512 megas, mucho menos que lo que exige el sistema operativo Vista", comenta Camacho. Ahora, Transas se plantea entrar en los salones recreativos.
Mónica Azón, regatista olímpica, representa los simuladores de la australiana Virtual Sailing especializada en vela ligera. Su compañía se centra en los simuladores como aprendizaje.
Azón los considera útiles tanto para la iniciación en la navegación como para entrenamientos. "El simulador incorpora un casco de embarcación movido por un sistema hidráulico de tal manera que el navegante, en una virada, ha de cambiar de banda para evitar el escoramientos virtual". Se pueden reproducir regatas y el profesor puede fijar en qué condiciones de viento y mar se navegará aquel día.
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