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El Corte Inglés entra en Finsa a través de un canje de acciones

El grupo de distribución será el primer socio ajeno a la familia de la maderera

Alianza de gigantes. La multinacional maderera Finsa, situada entre las seis primeras empresas de capital gallego por volumen de negocio, abrirá su accionariado a otro líder, en este caso de la distribución. A través de una operación de canje de acciones, el grupo empresarial de El Corte Inglés pasará a ser el único accionista de la compañía maderera ajeno a la familia García Baliña y los herederos del fundador, Manuel García Cambón, según confirmaron a este periódico fuentes de la multinacional con sede en Santiago.

La operación, todavía en marcha y a falta de concretar algunos flecos, indican portavoces oficiales de la compañía gallega, pasa por la toma de participación mayoritaria por parte de Finsa de una de las filiales que hasta ahora compartía al 50% con el grupo de El Corte Inglés. Se trata de Utisa, con cuatro fábricas repartidas por Teruel y Levante, y en la que la compañía presidida por Isidoro Álvarez participaba a través de Móstoles Industrial (Moinsa). Se trata de una firma dedicada a la comercialización de todo tipo de mobiliario y equipamientos, y cuenta con más de un millar de trabajadores.

Los García Baliña ceden un paquete accionaral a su nuevo socio
La operación pasa por la participación mayoritaria de la gallega en Utisa

A cambio de la toma de ese 50% de Utisa que hasta ahora estaba en poder de Móstoles Industrial, la compañía gallega cederá al grupo de El Corte Inglés un paquete accionarial en la cabecera del holding familiar maderero, sin que hasta el momento haya trascendido el importe ni el porcentaje del capital del que se desprenderán los García Baliña.

"Es una operación de reestructuración industrial, fruto de un acuerdo para compartir el capital de Utisa que iniciamos en el año 2000 con Móstoles Industrial. Pasamos a controlar la totalidad del capital de la sociedad y se establece un pago con acciones de nuestra matriz, pero no va más allá de un acuerdo societario que no cambia nada nuestra filosofía ni nuestra línea de trabajo", aclaran desde la compañía compostelana.

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El canje de acciones y el proceso de compra de la mayoría de Utisa, una filial hasta ahora compartida por ambos grupos que tiene un volumen de negocio de 250 millones de euros y algo más de 900 trabajadores, no sólo dará entrada a El Corte Inglés en el accionariado de Finsa. La operación también permite realizar una valoración real de mercado del grupo maderero gallego, más allá de su valor en libros, ya que no cotiza en Bolsa. Es previsible que la entrada del nuevo accionista -todo parece indicar que tendrá un paquete minoritario- no altere la estructura de poder dentro de Finsa.

La discreción y la propiedad familiar son el denominador común de ambas compañías, que actualmente afrontan distintos cambios en sus estructuras accionariales. En el caso de Finsa, la muerte, en febrero de este año, de su presidente, Manuel García Baliña, supuso una reordenación de los equilibrios internos, un proceso muy calculado y previamente pactado que el grupo ha realizado con éxito. Su hermano, Santiago García Baliña, otro de los hijos del fundador, es ahora la cabeza visible de la compañía.

Aunque fuentes de Finsa aluden a flecos todavía por cerrar, la operación de compra de Utisa es un hecho. La Comisión Nacional de la Competencia (CNC), encargada de velar por los procesos de concentración de mercado, ya ha emitido un informe favorable a la integración del 100% de dicha firma en la compañía gallega. Por tanto, el camino queda despejado ante posibles restricciones administrativas, para formalizar ahora el pago en acciones por Utisa y el canje, sin que los responsables de la multinacional compostelana ofrezcan más detalles.

En el informe que da luz verde a la compra de Utisa, la CNC considera que la operación de integración arroja una cuota conjunta en el mercado español de tableros de entre el 40% y el 50%. En cuanto a segmentos, el control del mercado por parte el grupo resultante será del entre el 50% y el 60% en lo que respecta a maderas melaminizadas y de entre el 40% y 50% en tableros MDF. En su descargo, la gallega Finsa advierte al organismo supervisor de la competencia que uno de sus rivales, la portuguesa Sonae Industria, detenta en España cuotas de entre el 20% y el 30% en los tableros de aglomerado y MDF.

Finsa, una multinacional gallega con presencia en una quincena de países y con unas 22 plantas de fabricación, cerrará el año con unas ventas consolidadas superiores a los 1.500 millones de euros. El grupo inició en 2000 un voraz proceso de adquisiciones de empresas que le ha llevado a ser el líder maderero español y uno de los primeros de Europa. En 2006 arrancó el proceso de fabricación de muebles con destino a grandes distribuidores y comercializadores, cerrando así el ciclo de producción de la madera.

En 2006 adquirió el grupo maderero Faus, también con presencia en el Levante. Lo hizo de la mano de la Corporación Caixa Galicia, que está presente en el capital de dicha firma. Actualmente, en lo que se denomina Finsa Gandía, el grupo gallego ha anunciado la presentación de un expediente de regulación de empleo con el fin de recortar la plantilla de su filial, que asciende a unos 900 empleados, lo que ha provocado ya las protestas de comité de empresa y sindicatos.

Las previsiones de Finsa

- Ingresos. Finsa superará al cierre de este año los 1.000 millones de euros de ingresos por ventas. Si se suma la facturación de Utisa y de Faus, otra de sus filiales, el negocio conjunto rodará los 1.500 millones de euros. El grupo cerró el 2007 con 1.357 millones de facturación consolidada. La producción este año superará los 3,5 millones de metros cúbicos de derivados de la madera.

- Plantilla. Conjuntamente, el grupo santiagués contará a final de año con 5.289 trabajadores en nómina. De ellos, uno total de 3.400 pertenece a la matriz, que frente a sus filiales es la única que aumenta empleo. Faus acaba de presentar un ERE que afecta a la mitad de su plantilla.

- Inversiones: La política de inversiones de la compañía se ha ralentizado este año. Frente a los 67 millones de euros del 2007, Finsa habrá destinado 54 millones a nuevos proyectos al cierre de este ejercicio. Desde el año 2000 la compañía ha estado inmersa en nuevas adquisiciones.

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