Quintana defiende a Bugallo de las críticas de la UPG a la Cidade da Cultura

"Para nosotros es un asunto cerrado". Anxo Quintana, vicepresidente de la Xunta y portavoz nacional del BNG, intentó ayer zanjar la polémica abierta en el seno de la organización nacionalista y en la Consellería de Cultura tras la destitución del secretario general de este departamento, Carlos Amoedo, que fuentes de la UPG atribuyen a su oposición al modelo de gestión privada que la conselleira Ánxela Bugallo quiere poner en práctica en la Cidade da Cultura.

En respuesta a las preguntas de la prensa después de entrevistarse con el presidente catalán Jordi Pujol, de visita en Santiago, Quintana aseguró que "el modelo de gestión de la Cidade da Cultura", que pivota sobre capital privado, ejecuta "el proyecto cultural que la conselleira de Cultura, en nombre del Gobierno y por tanto también en nombre del BNG, explicó en su día en el Parlamento". Según el portavoz nacional del Bloque, "lo auténticamente importante" es el proyecto cultural y por esa razón "todos los instrumentos que se pongan a su servicio estarán bien en la medida en que se ejecute". "Por lo tanto, con el anterior secretario general y con el actual vamos a trabajar en esa dirección", explicó.

El boicot a la fundación privada está pactado según fuentes del Bloque

Emplazado por los periodistras a informar sobre lo ocurrido, el vicepresidente evitó ahondar en la polémica. "Sobre esa cuestión está todo dicho", aseguró. Fue "explicado ayer [por el jueves] por la propia conselleira y por el presidente después de la reunión del Consello de la Xunta en la que se dio cuenta de ese cese, por tanto no voy a introducir absolutamente ninguna cuestión". "Es un asunto cerrado para nosotros: hay una nueva etapa, un nuevo secretario general y ahora lo que hay que hacer es mirar para adelante y trabajar".

Sobre los motivos de la pérdida de confianza alegada por Bugallo para destituir a su número dos, Quintana tampoco quiso extenderse. "Creo que debe explicarlos la conselleira", argumentó. Aunque, en su opinión, "ya lo hizo: creo que no remitió a ningún punto concreto" y sí "a una nueva etapa" y a "los retos del final de la legislatura" que se derivan del proyecto de Presupuestos remitido al Parlamento. "Ella consideró oportuno que esos retos deberían guiarse con un nuevo secretario general y esa es la razón", añadió.

La cuestión flotaba ayer en el ambiente al comienzo del Consello Nacional que el BNG celebró en un hotel de las afueras de Santiago y al que acudieron todos los conselleiros nacionalistas, incluida Ánxela Bugallo que fue la última en entrar. Aunque la destitución de Amoedo no formó parte del orden del día pactado con 48 horas de antelación, sí se incluyó como ruego que en la próxima reunión de la Executiva (prevista para la semana que viene) se trate el tema. Será en ese escenario en el que la UPG pedirá cuentas a la conselleira de Cultura que acude como secretaria de Formación.

Fuentes de esta formación, hegemónica en el BNG, aseguran que Amoedo sólo cumplió con el mandato del partido, cuando retrasó los trámites de la futura fundación que gestionará la Cidade da Cultura y se negó a firmar el traspaso de 12 millones de euros de fondos públicos. Esas fuentes atribuyen su cese a una decisión personal de Bugallo y cuestionan además el apoyo que el portavoz nacional dio ayer a la fundación que presidirá Juan Manuel Urgoiti, con mayoría de capital privado. "Había una estrategia pactada en la Ejecutiva para oponerse a la fundación que pretende el PSOE. Estaba acordado, no se llegó a votar porque todo el partido estaba de acuerdo", señalan.

Con todo, nadie en el BNG contempla que se pueda dar marcha atrás a la destitución de Amoedo, un hombre próximo a Quintana. El episodio sí ha servido para evidenciar la falta de apoyos orgánicos de Bugallo en la organización frentista. Ni un solo dirigente, aparte de Quintana respaldó ayer a la conselleira.