La crisis lleva el desempleo en EE UU al 6,5%, su tasa más alta en 14 años

Si hay un dato que revela que Estados Unidos está ya en recesión, y que será severa, es el del paro. El grave deterioro que sufrió su economía en octubre sumó 603.000 personas a la lista del desempleo, casi 20.000 al día. Eso, unido a la destrucción de casi 300.000 empleos, elevó la tasa de paro ese mes cuatro décimas, al 6,5%, la peor en 14 años y medio. La cifra absoluta de parados suma ya 10,1 millones, y es la mayor desde 1983, tras un incremento de 2,8 millones de parados en 12 meses, una cifra similar a la población de Chicago.

La situación es mala y los números publicados ayer no sólo son peores de lo que esperaba Wall Street, sino que además representan una acumulación de pruebas de que la contracción de la economía en el cuarto trimestre será importante. EE UU destruyó en octubre 297.000 empleos (240.000 no agrícolas), que elevan el total de puestos de trabajo eliminados en un año a casi dos millones. La destrucción de empleo no agrícola en septiembre afectó a 284.000 contratos, el peor dato desde noviembre de 2001, según las cifras ahora revisadas.

El paro crece un 38% en 12 meses, el mayor ritmo de los países desarrollados

La cifra de afectados supera los 10 millones y es la mayor desde 1983

La tasa de paro, además de ser casi medio punto más alta que en septiembre, es la peor desde marzo de 1994 y confirma que la situación por la que atraviesa el mercado laboral ya es peor que en la recesión de 2001. La pérdida de empleo está dispersa por todos los sectores: 90.000 en el manufacturero (una tercera parte por el efecto de la huelga en Boeing), 49.000 en la construcción, 24.000 en el financiero y 38.000 en el comercio.

El único sector que creó empleo en octubre fue el de la salud y educación, en torno a 21.000 nuevos contratos. A este ritmo de destrucción neta de empleo los economistas de los diferentes bancos de inversión no descartan que se llegue al 7% de paro antes de final de año y que se supere el 8% en 2009, incluso después de que la economía haya retomado la senda del crecimiento. En la recesión de 1982 se llegó al 10,8%.

En el último año el desempleo ha subido algo más del 38%, hasta los 10,1 millones, un incremento que es el mayor de todos los países desarrollados. El mes con mayor aumento del paro fue mayo, con 861.000 nuevos empleados, casi 28.000 por día. En España, el país europeo en el que más crece el paro, el número de parados registrados en las oficinas públicas de empleo creció un 37,6% en los últimos 12 meses, según los datos facilitados esta misma semana por el Ministerio de Trabajo. Eso sí, la tasa de paro es casi el doble que la estadounidense, un mal endémico de la economía española que se agrava con la crisis.

El pésimo dato de empleo de EE UU se anunció pocas horas antes de que el presidente electo, Barack Obama, se reuniera con el equipo económico que prepara la transición en la Casa Blanca. Y es que la severa crisis económica y financiera no le va a dar mucho margen de maniobra a su equipo para llevar adelante sus promesas electorales cuando tome posesión el 20 de noviembre.

Y con los números sobre la mesa, los bancos de inversión hacen las cuentas de lo que está por llegar. Goldman Sachs ya anticipa que la contracción de tres décimas vista en el tercer trimestre se agravará al 3,5% en la recta final del año y que continuará con un 2% del PIB en negativo en el primer trimestre de 2009. Un deterioro que podría obligar a la Reserva Federal a bajar los tipos de interés medio punto, al 0,5%, en su reunión de diciembre.

Para romper con esta espiral, en Wall Street se da por sentado que el Congreso de EE UU se verá obligado a lanzar un segundo paquete de incentivos fiscales que podría estar presupuestado en 200.000 millones de dólares. Pero su montante final dependerá de las medidas que se incluyen, entre las que podrían aparecer inversiones en infraestructuras y energías renovables, así como ayudas a los propietarios con riesgo de perder su casa.