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"Sólo pedimos que se cumpla la ley"

Cientos de personas claman contra el atasco de la Dependencia - Los manifestantes piden que la norma se aplique "eficaz y urgentemente"

La frustración por la mala gestión, los retrasos y las expectativas incumplidas relacionadas con la ley de la Dependencia tomó cuerpo ayer en las calles del centro de Valencia. Una larga hilera de personas -un millar según la Policía, más de 2.000 a juicio de los organizadores-, integrada por afectados y familiares, respondió a la manifestación convocada por Cocemfe (la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica) para reclamar que esta norma se aplique de forma "eficaz, coordinada y urgente".

Entre toda esta gente estaba Francisco, padre de Carlos, de 11 años, afectado por una grave enfermedad metabólica, la mucopolisacaridosis, que produce alteraciones en el desarrollo físico y mental. "He puesto ya cinco reclamaciones al Síndic de Greuges por el caso de mi hijo [esta institución ha recibido más de 1.500 quejas], la última, por perder su expediente", comentaba este vecino de Aldaia de 44 años. Francisco está tan harto que está pensando en presentar una denuncia colectiva junto a otras personas que también se encuentren a la espera de las ayudas "por daños morales". "Lo único que pedimos es que se cumpla la ley y se asuman los compromisos de atender a estas personas", apuntaba.

Ni el Gobierno ni el Consell han hecho los deberes, según Cocemfe
"Valencia está muy bonita, pero para esto no hay dinero", apuntaba Clara

Clara García, de 55 años, también se sumó a la protesta. Ella acudió con su hermana, que padece una atrofia cerebelosa, a quien empujaba en su silla de ruedas. Junto a su hermana, la hija de Clara, de 32 años, también sufre una lesión cerebral. Ninguna de las dos ha recibido las ayudas. "No hay dinero para esto", indicaba. "Valencia está muy bonita, pero para nosotros no hay dinero".

La protesta comenzó frente al Palacio del Temple, la sede de la Delegación del Gobierno, y acabó ante el Palau de la Generalitat. En ambas dependencias entregaron 33.165 firmas que reclaman la aplicación de la ley. La idea era reprochar a estas dos administraciones la lenta implantación de la norma y los retrasos en reconocer las prestaciones que establece.

Carlos Laguna, presidente de Cocemfe, leyó un comunicado al finalizar la manifestación en el que censuró a los Ejecutivos nacional y autonómico "no estar a la altura de lo que pide la sociedad" y les apeló a "corregir el rumbo" ante el riesgo de que la ley acabe por convertirse en "un fracaso", algo que "no se pueden permitir" las personas con discapacidad y sus familiares. Laguna también reclamó un "gran pacto de Estado entre todos los partidos" para que "se pongan a trabajar conjuntamente", porque la discapacidad "no tiene ideología ni color". Repartió culpas por igual: ni el Gobierno ni la Generalitat "han hecho correctamente los deberes". Aunque los mayores pitos se produjeron frente a la sede del presidente del Consell.

Entre las pancartas que desplegaron los manifestantes se podía leer "Camps y Zapatero, sois unos embusteros", "Cotino y Avapsa [la agencia de evaluación de los dependientes] son una farsa", "Vida independiente para todos" o "Menos opulencia y más dependencia". A la marcha acudieron, entre otros, el responsable de política social y sanitaria del PSPV, José Mayans, y la coordinadora de Esquerra Unida, Glòria Marcos.

Verónica, trabajadora social del centro de atención al daño cerebral adquirido Ateneo, se desplazó a la protesta desde Castellón. "Nosotros asistimos a 40 personas y de todas ellas sólo una ha recibido la resolución que le reconoce una prestación, hace unos dos meses", comentaba. "Pero aún no se ha hecho efectiva, y no ha recibido aún ni un euro". Jordi, de 26 años, que sufrió una lesión tras un accidente en motocicleta, es uno de sus pacientes. "Mi hermano ha pedido las ayudas", señalaba, mientras sostenía una pancarta.

María Pilar Torán, de 52 años, es otra de las manifestantes que se sumó a la marcha. Ella y su marido tramitaron la solicitud de la Dependencia en mayo de 2007 para su hijo Jorge, de 26 años, afectado de la distrofia muscular de Duchenne, una enfermedad degenerativa neuromuscular. Jorge falleció hace unas semanas. "Estábamos ya en la fase final de todo el expediente", comentaba su padre ayer, y no se llegó a beneficiar de la ley. Pero hay muchas otras personas en la situación en la que se encontraba Jorge. Por él y por ellos, acudió María Pilar a la protesta, junto al resto de miembros de la Asociación de Familiares y Enfermos Neuromusculares de Valencia.

Manifestantes junto al Palau de la Generalitat, ayer.
Manifestantes junto al Palau de la Generalitat, ayer.JESÚS CÍSCAR

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