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A Coruña se propone erradicar en 45 días las chabolas universitarias

Los vecinos sabían de un problema "demasiado antiguo"

"Por fin alguien se atrevió a ponerle cascabel al gato". José Sánchez Albornoz, el presidente de la asociación de vecinos de A Zapateira, el barrio residencial de A Coruña donde proliferan las casetas para estudiantes en fincas particulares, se congratula de que salga a la luz una situación "demasiado antigua". El que más o el que menos sabía de la existencia de "barracones para universitarios, aunque no la dimensión de este problema grave, ni las pésimas condiciones" de esas construcciones.

La extensa y reveladora investigación de un grupo de profesores de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura sobre la proliferación de casetas para estudiantes en fincas de chalés privadas al margen de cualquier norma legal y sin las más mínimas condiciones de habitabilidad ha sacado a la luz todo un fenómeno urbanístico y especulativo. Ante la amplia exposición que se abre esta semana, el Ayuntamiento de A Coruña ha decidido tomar carta en el asunto, con la apertura de un expediente. Enviará técnicos a recorrer las propiedades privadas de ese barrio, con ánimo de erradicar, en mes y medio, este negocio ilegal del que asegura no tener constancia.

"Esta práctica no se debe tolerar bajo ningún concepto", aseguró ayer la edil de Urbanismo y secretaria de Organización del PSdeG, Mar Barcón. Pero en A Zapateira y en el campus de la Universidade da Coruña, una de las pocas en España que carece de ofertas de alojamiento público para estudiantes, sí que era conocida la existencia de barracones en fincas privadas y hasta garajes o canchas de tenis habilitadas para acoger universitarios, alquiladas a un precio similar al de un piso normal en el centro de A Coruña.

Un engendro urbanístico nacido a la par que la universidad, en 1990, y originado por la falta de plazas públicas para estudiantes a precios asequibles. La picardía privada suplió la laguna con hileras de barracones construidos en esquinas ocultas de fincas privadas. "Un negocio de hasta 15 y 20 casetas que ya generó protestas de otros vecinos", por problemas de ruidos indicó el presidente de la asociación de A Zapateira. "Era sabido que hay infraviviendas, galpones o garajes reconvertidos en habitaciones, pero no sabíamos que eran tantos y la construcción tan pésima".

A la espera del resultado de las inspecciones del Ayuntamiento coruñés, Política Territorial tiene la última palabra para autorizar la primera residencia pública universitaria con 400 plazas diseñada por la Consellería de Vivenda y que acumula ya dos años de retrasos.

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