Burla
Cuando la industria automovilística pide dinero público para reconvertirse en verde, lo que uno piensa es que se está burlando de los ciudadanos. Son los mismos que llevan 18 años bloqueando, retrasando y aguando la única norma que podría obligarles a sacar al mercado coches más eficientes y reducir sus emisiones de CO2. Es difícil creer que ahora vayan a usar los 40.000 millones de euros que han pedido para desarrollar aquellos mismos coches eficientes que prometieron producir ya hace mucho tiempo, pero a lo cual siguen oponiéndose en los ámbitos de decisión de la UE. Algo no cuadra. La UE no debería prestar ni un solo céntimo de dinero público a la industria automovilística mientras ésta siga oponiéndose a recortar sus emisiones. Cualquier crédito que se les conceda se transforma en una subvención al cambio climático.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.