Atentado de ETA en Navarra
Que ETA vuelva a un campus universitario, el de la Universidad de Navarra, y con un "coche bomba" esté a punto de provocar una masacre entre los estudiantes y profesores, no merece otra palabra que la de condena. La condena moral y política más absoluta. Las personas siempre son dignas de respeto, incluso las de ETA; pero sus acciones pueden ser tan viles e indignas que no dejan resquicio alguno para la palabra y la razón. Éste es el caso. ETA se ha empeñado en recorrer todas las etapas de un movimiento terrorista y como tal hemos de combatirlo. Sumo mi voz a quienes no sólo condenan el acto, y se solidarizan con las víctimas y sus familias, sino que exigen del movimiento social y político vasco que respalda a ETA que rompa amarras con esta barbarie inhumana, para salvarse como personas antes de intentar la política.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.