La profecía
En ciertos manuales de economía adquiere protagonismo una curiosa teoría, "la profecía que se cumple a sí misma". Es decir, posiblemente ciertos personajes de peso, miembros de importantes grupos de presión -como la política o la sociedad-, puedan cambiar el curso de los acontecimientos con una sola declaración.
Un ejemplo: si el señor Rajoy manifiesta que la actual situación económica es poco más que catastrófica, como hace escasos meses, no estará sino consiguiendo lo que pretendía: retomar el poder caiga el que caiga...
Otro: si algún magnate declara que determinados activos económicos están en riesgo, también logrará lo que desea: devaluar el mercado para, tirando de información privilegiada, pescar en el río revuelto de las acciones baratas. Por tanto, el mercado libre -llevado a los extremos del capitalismo radical- refleja, paradójicamente, un vergonzante conservadurismo casi señorial. ¡Y nosotros, qué.