Maratón de nueve horas de teatro con 'Lipsynch'
El público acude sin reparos a ver la versión íntegra de Robert Lepage
Así, de entrada, da como susto lo de asistir a una obra de teatro cuya duración es de nueve horas. Pero eso no ha amedrentado a cientos de personas que el fin de semana pasado -y previsiblemente el que viene- acudieron al teatro de Madrid a algo más que una representación del Festival de Otoño. Era un ritual al que entregarse con devoción. Las jornadas maratonianas culminaron aplaudiendo y ovacionando Lipsynch, último montaje del canadiense Robert Lepage, creador escénico aclamado que ha integrado de manera magistral en el teatro todos los nuevos lenguajes tecnológicos, sin renunciar a la poesía y a la emoción. Su espectáculo se ha representado en plan maratón el sábado y domingo pasados. Se repetirá el fin de semana próximo, y por entregas durante la semana.
Marisa Paredes: "Es un sacrificio, pero también un alimento intelectual"
El director de Cuarta Pared: "Es clave saber qué hace alguien tan innovador"
Desde que empieza la representación hay ambiente de complicidad entre el público. Muchos espectadores se conocen entre sí y, al principio, intercambian sonrisas que terminan convirtiéndose en encendidos debates. No faltan profesionales de la escena que se acercan a por lo que consideran "un alimento", como comentaba la actriz Marisa Paredes el sábado pasado. Además de ella desfilaron gente como el escritor Vicente Molina Foix, los actores Alberto Sanjuán, Verónica Forqué, Emma Cohen, Candela Peña, Miguel Ángel Rellán, Ana Gracia y Natalie Seseña, entre otros muchos.
Eso sí, lo que allí se tomó no fue sólo alimento espiritual. El que más y el que menos llegaba con su personal picnic de viandas y bebidas o recurría a la cafetería del teatro pertrechada para la ocasión con reservas de platos de pasta italiana. En los cinco entreactos se intercambiaban impresiones sobre lo que allí estaban viendo. Muchos, tumbados sobre la hierba del parque en donde se ubica este teatro.
En el primer entreacto, aunque tan sólo eran las dos del mediodía, muchos empezaron a consumir sus reservas alimenticias. Otros no. Como Paredes: "Es excepcional todo lo que plantea, cómo lo plantea, es tremenda la sensación que uno tiene de ver un espectáculo completo", señaló la actriz, quien acudió sólo a los primeros actos para luego ir a trabajar en dos representaciones de Sonata de otoño, montaje de José Carlos Plaza basado en un texto de Bergman. "Es un sacrificio, pero también es un alimento naturalmente intelectual", añadió la musa de Almodóvar, "porque esto da ideas, produce sentimientos, sensaciones que luego uno puede volcar en la vida, en el teatro. Lepage ha dado una vuelta de tuerca a la historia del teatro y se ve en el escenario", señaló la actriz, quien aborda en su último trabajo una dura relación maternofilial. Lepage en Lipsynch ahonda, y de qué manera, en esas misteriosas e insondables historias de abandonos, desamores y desgarros que se producen en el seno familiar.
No faltaban en la maratoniana jornada gente como Javier García Yagüe, director de la sala alternativa Cuarta Pared. Coincidía con sus colegas al afirmar que una cosa así deberían verla todos los profesionales del teatro: "Es fundamental saber qué está haciendo alguien con tal capacidad innovadora".
Ninguno de los consultados piensa que lo de las nueve horas sea "para marcar paquete" e incluso hay quien lo defiende: "Me gusta entrar en un universo al que lleva un tiempo acceder, cuando te incorporas es como si llevaras una vida paralela", dice García Yagüe.
La actriz Jeannine Mestre tenía claro que, una vez que se va, hay que aguantar: "Debería pasar por aquí no sólo la profesión, sobre todo los técnicos", señalaba en relación al alarde tecnológico del montaje. En esta ocasión, Lepage ha dejado el truco a la vista del espectador. Su amiga, la actriz y escritora Emma Cohen, hablaba de ritual: "El montaje produce tantas impresiones como minutos hay en él".
"Es difícil que en el mundo contemporáneo que vivimos se puedan seleccionar nueve horas de la vida de una persona para contarles lo que estamos viendo", aseguraba Ángel Roger, director de la Escuela de Arte Dramático, "pero recomiendo sin ningún tipo de reparos a los alumnos que vengan; además, les damos clase sobre Lepage desde el primer curso, porque es un maestro de los nuevos lenguajes, al servicio de lo que es contar", señala Roger.
El dramaturgo Vicente Molina Foix no ocultó el disfrute que le produjo el día encerrado en un teatro: "Es un viaje muy sugerente, emocionante y muy divertido, un espectáculo para sumergirse. Y estar todo un día en el teatro es algo estupendo".
Lepage ha puesto el espectáculo en pie con el inglés Théâtre Sans Frontières y Ex Machina, su compañía. Los actores provienen de diversos países. Dos de ellos, Nuria García y Carlos Belda, son españoles.
Día 29, a las 20.00: segunda parte. Día 30, a las 20.00: tercera parte. Días 1 y 2 de noviembre, a las 13.00: versión íntegra.
Lipsynch. Teatro de Madrid.
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