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Reportaje:

Ferguson atiza el fuego

Tras las volcánicas declaraciones de Mijatovic, el técnico británico tacha de franquista al Madrid

Diego Torres

Hasta hace poco, los ejecutivos que diseñan la estrategia del Real Madrid afirmaban a diario que el club trascendía lo futbolístico. Era, insistían, un ideal de perfección, "el mejor club del mundo", una misión de "proyección universal" que funcionaba como una productora de contenidos. Como Disney. Como Columbia.

Tal vez sea consecuencia del crack financiero. Ayer, esos mismos ejecutivos habían cambiado el discurso por completo. "El Madrid es sólo un club de fútbol", decían. Uno más.

El giro dialéctico de los ideólogos del palco del Bernabéu permite asumir como algo natural el estrépito que rodea al club en los últimos días. Los cortes de mangas que el entrenador, Bernd Schuster, dedica a los rivales vencidos; las denuncias veladas de fraude que lanza su director deportivo, Pedja Mijatovic, contra los árbitros y, por extensión, contra los organismos que regulan la competición; el fracaso continuo en el intento de fichar grandes figuras y la sangría de talento que sufre el equipo cada verano, con Robinho como último exponente, son algunas de las situaciones que han contribuido a deteriorar la imagen del Madrid. Ahora no sólo es un club de fútbol. Es el club de fútbol más barullero del planeta. Una institución que ofrece flancos débiles cada día. Continuamente expuesta a reacciones de rechazo.

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Alex Ferguson, el director técnico del Manchester United, aprovechó una entrevista con la revista GQ para lanzar una andanada. Ayer la publicó el diario The Times. "Lo que es realmente obsceno del intento del Madrid por contratar a Cristiano Ronaldo es que persevera en la tradición que le convirtió en el club del general Franco", dijo; "esa idea de que eran capaces de conseguir lo que quisieran antes de que la democracia llegara a España".

"El culebrón de Cristiano y el Madrid ha terminado", zanjó el técnico; "se acabó para siempre".

Puede que, como aseguró ayer un alto cargo madridista, las declaraciones de Ferguson sean "una chorrada como un castillo". Pero sus palabras reflejan una corriente de opinión cada vez más extendida entre los responsables de los clubes rivales. Una tendencia que Mijatovic no ayudó a desactivar el domingo, tras la victoria del equipo contra el Athletic, cuando insinuó una denuncia en Real Madrid TV: "Alguien no quiere que ganemos la tercera Liga consecutiva".

Mijatovic pareció referirse a un vago complot cuya mano ejecutora son los árbitros. A su vez, Schuster le siguió el juego: "A mí también me preocupan los árbitros". Por una vez en la vida, Schuster y Mijatovic se pusieron de acuerdo. Coincidieron en extender la sospecha de que la Liga es una competición manipulada por jueces que, como dijo Mijatovic, "ante la duda, perjudican al Madrid".

El vendaval de Mijatovic y Schuster goza de la aprobación de un sector importante de los dirigentes del Madrid. Son los que dicen no sentirse preocupados por la imagen que proyecta el club. Son los que se sientan al abrigo del palco del Bernabéu. Anónimos y a la sombra. Lejos del público. Lejos de la fila 1, donde el presidente, Ramón Calderón, pone la cara.

En el Madrid hay directivos que sí están preocupados por el clima de agitación. "Esto perjudica a Calderón", aseguran, señalando al presidente.

Calderón no aprueba las declaraciones de Schuster y Mijatovic, pero tampoco las censura abiertamente. El hombre, conciliador por naturaleza, quiere paz y buenas relaciones institucionales. "Siempre he dicho que quejarse de los árbitros es de club pequeño", repite; "yo trato de que la imagen del Madrid sea de serenidad".

Ayer, Calderón estuvo en Tel Aviv. Regresó tras fundar cuatro escuelas de fútbol en Israel y en los Territorios Palestinos como parte de un proyecto para promover la paz. El presidente aseguró que había disfrutado alejándose por unas horas del ruido que genera cierto sector del fútbol.

Alex Ferguson intercambia impresiones con Cristiano Ronaldo en un entrenamiento.
Alex Ferguson intercambia impresiones con Cristiano Ronaldo en un entrenamiento.AFP

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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