Os necesitamos más que nunca

En la entrega de los Premis Nacionals de Cultura, las frases más divertidas corrieron a cargo de Carlos Pazos. Dio las gracias "a los autoritzados" por "este premio tan merecido". Tiene un sentido del humor muy particular.

Pero, pensándolo bien, más gracioso estuvo todavía el presidente Montilla cuando dijo: "Artistas, creadores y profesionales de la cultura: ¡os necesitamos más que nunca!".

Hombre, si tanto les necesita, ¿por qué, en el nombre de Dios, cuando cocinó el tripartito los dejó en las manos de... ERC?

Pero más divertido aún que Pazos y que Montilla estuvo el consejero Tresserras.

A la puerta del teatro Kursaal de Manresa, veintitantos miembros de Cultura de Base (CdB) estaban armando escándalo con pitos y altavoces contra la supresión del Centro de Arte Contemporáneo Santa Mónica y su conversión en un centro multidisciplinar. Acabada la ceremonia, el consejero se fue a ellos encendido como un toro. Esa gente le tiene un poco nervioso. Esa gente ha hecho circular un manifiesto (www.culturadebase.net) y la víspera de los premios arruinó la inauguración de la última exposición de Santa Mónica, donde se reunieron cerca de 400 miembros y simpatizantes con pancartas y altavoz. Estuve allí y vi que casi todos eran gente joven, que tienen poco que perder y parece que pasan de respetar la omertá catalana.

Santa Mónica no será el centro cultural de ERC y una alternativa nacionalista al CCCB, dijo Tresserras

Me pregunto si esta nueva plataforma cuajará en un trabajo sólido y constante o será flor de un día. De espectro mucho más amplio que la Associació d'Artistes Visuals, CdB agrupa a profesionales independientes, colectivos y asociaciones de arte, de pedagogía, de producciones audiovisuales, de diversos ámbitos relacionados con la cultura, que han asistido con alarma a la paulatina y caprichosa destrucción del tejido expositivo del arte contemporáneo en la ciudad, y que en el "rapto de Santa Mónica" ven la línea roja que no podían dejar que se cruzase sin reaccionar.

Treserras no esperaba que el "rapto de Santa Mónica" (centro que al fin y al cabo llevaba una vida lánguida en manos de Ferran Barenblit) encontrase tan ruidosa y decidida oposición, y ahora se ve forzado a dar palos de ciego para encontrar un nuevo espacio que dé satisfacción a un colectivo de cuya existencia no tenía ni idea. El Macaya, en rehabilitación, no está disponible; Tecla Sala tiene el programa y el director con contrato para los próximos años; el Canódromo, tratándose de cultura, podría ser la solución ideal. Claro que, existiendo Santa Mónica, ¿para qué invertir ahora grandes sumas en un centro nuevo?

El sábado, ante el Kursaal, el consejero preguntó a los de CdB quién está detrás de ellos. ¿De qué intereses oscuros son marionetas esos activistas que han irrumpido inesperadamente en el escenario? ¿Quién les manipula? ¿Quién, como Bela Lugosi en Ed Wood, puede decir con tétrico acento y alarde de muecas espantosas: "¡Yo muevo los hilos! ¡Yo muevo los hilos!"?

Sus interlocutores estaban alegremente asombrados: estuvieron debatiendo y explicándose con el consejero cerca de media hora. El improvisado debate, que empezó fortísimo, vibrante sostenuto y molto comosso pero se fue serenando, está grabado, y dentro de una o dos semanas se colgará en Internet, simultáneamente a la presentación pública de CdB. Me cuentan que el consejero negó que pretenda convertir Santa Mónica en el centro cultural de ERC y en alternativa nacionalista a la Casa de la Caritat. Sin embargo, tanto la silueta del nuevo director, Vicenç Altaió; como sus vagos planes; como la denominación de "centro de interpretación nacional", que se maneja en círculos del partido; como la ejecutoria reciente del departamento, son datos para el recelo elocuentes, y más elocuente es el escorpión del chiste, el que dice: "Es que es mi naturaleza...".