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Tribuna:Economía global | coyuntura nacional
Tribuna
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Las alarmas se encienden en el mercado laboral

Si la semana anterior el IPC ponía una nota positiva entre la marabunta de malas noticias económicas, la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, publicada el pasado viernes, nos ha venido a situar de nuevo en la cruda realidad. Los datos no han sorprendido, la verdad, una vez que ya conocíamos los de afiliaciones a la Seguridad Social y el paro registrado hasta septiembre, aunque, no por esperados, dejan de causar impacto. El empleo ha descendido en 78.800 ocupados respecto al trimestre anterior, si bien la pérdida en términos desestacionalizados, que es la que mejor refleja la tendencia, se eleva a 111.200.

Si a esta destrucción de empleo añadimos el fuerte aumento que sigue mostrando la fuerza laboral (población activa), tenemos un aumento del número de parados de 217.200 (259.000 en términos desestacionalizados). Vemos, por tanto, que el aumento tendencial del paro en este trimestre se explica en algo más del 40% por la destrucción de empleo y en casi el 60% por el aumento de la fuerza laboral. La tasa de paro tendencial se ha elevado al 11,7% (11,3% en cifras originales), un punto porcentual más que en el trimestre anterior y 3,2 puntos más que al finalizar 2007. En términos absolutos esta situación afecta ya a 2,6 millones de personas.

Las previsiones apuntan un incremento de las tasas de paro hasta el 14,5% en 2009 y cerca del 16% en 2010
El desempleo en España responde con gran rapidez a las fases recesivas y a las fases expansivas del ciclo-7ition: form-data; name="datos[sumario]"

Tomando como referencia el tercer trimestre del pasado año, la tasa de variación del empleo ha pasado a ser negativa, -0,8% (164.200 empleos menos). Por sectores económicos, el mayor retroceso relativo se produce en la construcción (-13%, es decir, 354.200 empleos menos), seguido por el de la agricultura (-4,1%) y la industria (-1%), caídas que son en gran parte contrarrestadas por el aumento del 1,9% que aún mantienen los servicios (gráficos superiores). El retroceso porcentual del empleo total es similar al que mostraron los afiliados a la Seguridad Social, y de él se deduce que el crecimiento interanual del PIB ha podido reducirse del 1,8% en el segundo trimestre al 0,7% en el tercero, lo que, a su vez, implica una tasa intertrimestral negativa.

La rapidez con la que aumenta la tasa de paro en las fases recesivas del ciclo y lo despacio que desciende en las expansivas es algo característico de la economía española, como se ve en el gráfico inferior. Ello se explica por la elevada tasa de crecimiento de la fuerza laboral, muy superior a la media de los países europeos, y por la mayor amplitud de los ciclos de crecimiento del PIB español. Históricamente el mayor crecimiento de la fuerza laboral se debe al retraso español en la incorporación de la mujer, que se está corrigiendo rápidamente, a lo que se ha añadido en los últimos diez años el fuerte flujo de inmigrantes. Como se ve en el gráfico superior izquierdo, la fuerza laboral viene creciendo en los últimos años a un ritmo anual del orden del 3% (642.600 personas en los cuatro últimos trimestres). Para absorber este aumento y reducir el paro, el empleo ha tenido que crecer por encima de ese 3%, lo que ha sido posible porque el PIB lo hacía a tasas superiores al 3,5%. Pero, en cuanto el PIB ha pasado a crecer muy por debajo de esta tasa, el paro se ha disparado.

Es de prever que este elevado umbral de crecimiento del PIB y del empleo, por debajo del cual empieza a aumentar el paro, descienda a partir de ahora, pues los flujos migratorios deberían reducirse en cuanto en los países de origen los posibles inmigrantes se den cuenta de que en España ya no se crea empleo. No obstante, las previsiones apuntan a tasas de paro muy elevadas en los dos próximos años, pudiendo alcanzar un 14,5% en 2009 y cerca del 16% en 2010 (casi cuatro millones de personas al finalizar el mismo). Estas cifras se obtienen en un escenario económico que contempla una caída del PIB del 0,5% en 2009 y un aumento del 1,5% en 2010, y en el que el crecimiento de la fuerza laboral se va desacelerando hasta un 2% en 2009 y 1,5% en 2010 (la mitad que ahora). Los riesgos de este escenario son que el PIB caiga más en 2009 y crezca menos en 2010, por ello, las cifras de paro señaladas no debieran considerarse alarmistas, pues es bastante probable que se queden por debajo de la realidad. Como pensarán todos los lectores, algo debería hacerse para evitar llegar a esta situación.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).

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