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Reportaje:

Pasado y futuro de Tabakalera

Una muestra audiovisual indaga en la memoria de los vecinos de Egia y los trabajadores de la fábrica y recoge sus opiniones sobre el futuro centro cultural

El blanco y negro de las fotografías contrasta con el color de los vídeos. Es el pasado y el futuro, el de Tabakalera y el de Egia, el barrio donostiarra donde se levanta la vieja fábrica de tabacos. El edificio llamado a convertirse en un Centro Internacional de Cultura Contemporánea alberga desde ayer y hasta el próximo 20 de diciembre Egiatik (Desde Egia), una exposición que se plantea como un diálogo con el entorno, como una plataforma de participación ciudadana donde comunicar el proyecto y recoger las sugerencias de los visitantes.

Recordar, ver, escuchar e imaginar son las cuatro ideas en torno a las que giran la muestra y las actividades paralelas organizadas por Tabakalera. La columna vertebral de Egiatik son doce vídeos y medio centenar de fotografías repartidos en dos salas y que constituyen la memoria de la fábrica y del barrio. En un primer recinto, el público podrá contemplar fotografías antiguas recopiladas de álbumes familiares, que dan cuenta de cómo ha cambiado Egia en las últimas décadas. A su lado se proyectan los testimonios de vecinos del barrio, que opinan sobre el futuro destino de Tabakalera, pero hablan también de los temas que les preocupan, como la carestía de la vivienda o la dificultad de conciliar la vida laboral y familiar.

La exposición se completa con debates y otras actividades paralelas

El esquema se repite en una segunda sala, en la que los protagonistas son los ex trabajadores de la factoría. Entre ellos figura Gonzalo Ávila, quien no ve claro el proyecto cultural. "Este edificio debería dedicarse a otra cosa. Algo industrial, un parking, algo que diera dinero al barrio", comentaba ayer sin tapujos delante del director de Tabakalera, Joxean Muñoz. Eso sí, le deseó suerte en su tarea.

Iñigo Royo y Marian Larzabal, del colectivo Okupgraf, han sido los encargados de recopilar los testimonios y las fotografías durante seis meses. Tuvieron que ganarse la confianza de los vecinos y ex trabajadores para obtener un resultado "directo y claro, sin intermediarios", apuntó Larzabal. "Cada entrevista es una historia, pero el conjunto forma un mosaico que nos hace entender el mundo en el que vivimos", añadió.

Los fotógrafos de la Sociedad Fotográfica de Guipúzcoa reflejarán los espacios de la antigua fábrica. Y los responsables de Tabakalera invitan a los egiatarras a fotografiar los rincones del barrio. El resultado será expuesto. Será una manera de ver el edificio y el barrio.

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El visitante podrá descubrir además el edificio mediante el oído, a través de sus sonidos característicos, pero también mediante los sonidos típicos de San Sebastián captados desde allí, como la tamborrada o los fuegos artificiales.

Y podrá imaginar, podrá expresar sus ideas sobre la futura fábrica de cultura visual en debates y en el kiosco interactivo colocado en la exposición.

Una joven contempla dos de las fotografías del barrio de Egia expuestas en la vieja fábrica de tabaco.
Una joven contempla dos de las fotografías del barrio de Egia expuestas en la vieja fábrica de tabaco.JAVIER HERNÁNDEZ

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