Renault y PSA bajan la producción ante la caída del consumo

Las previsiones sobre la economía mundial, y singularmente la de los países avanzados, no dejan de empeorar. Y con ellas, las expectativas de ventas de los sectores más sensibles a la caída del consumo, como el automovilístico, se hunden. Ante la llegada de malos tiempos, algunos fabricantes, como Nissan no han tenido empacho en anunciar despidos masivos; en España, la multinacional pretende despedir a 1.680 trabajadores de sus dos plantas barcelonesas. Otras, como Renault o el grupo PSan el chaparrón con recortes de producción pactados con los sindicatos.

Así, las dos multinacionales de origen francés anunciaron ayer que habrá drásticos recortes en la producción del último trimestre de este año, que pueden llegar a un 20% respecto al nivel de facturación del mismo periodo de 2007. El frenazo a la producción supondrá que habrá más días de cierre en las plantas antes de las Navidades. Así, en la planta de Renault en Sevilla se pararán seis días más de los previstos y en la de Valladolid serán diez días más. Por su parte, en la factoría de PSA en Vigo, se dejará de fabricar el próximo 11 de diciembre.

La crisis es aún más severa en el caso de las compañías norteamericanas. Los tres gigantes de Detroit (GM, Chrysler, Ford) pasan por seriaer, Ford) pasan por serias dificultades que han llevado al inicio de negociaciones para tantear posibles fusiones.

Ayer, Chrysler anunció que despedirá a partir del próximo 1 de noviembre a 5.000 empleados de sus servicios administrativos, un 25% de la plantilla en esta división. "Es el periodo de mayor dificultad económica que la mayoría puede recordar en nuestro sector", dijo el presidente y consejero delegado del grupo, Bob Nardelli.