Dimite la cúpula de las cajas de ahorro francesas por las pérdidas en Bolsa
La dirección saliente acusa a empleados de haberse saltado las normas
Los tres principales directivos del grupo Caisse d'Epargne: el presidente Charles Milhaud; el director general, Nicolas Mérindol, y el responsable de Finanzas y Riesgos, Julien Carmona, presentaron ayer su dimisión tras una reunión agitada del consejo de vigilancia de esta institución financiera. El consejo está formado por los 17 presidente de las Cajas de Ahorro regionales de Francia. Pagan la pérdida de 600 millones de euros en operaciones de riego en Bolsa, durante la semana del 6 de octubre, en plena tormenta financiera.
Una de cada dos familias del país tiene cuenta en la institución
Milhaud será reemplazado por Bernard Comolet, presidente de la caja de Ahorros de Ile-de-France; Merindol por Alain Lemaire, de la caja de Ahorros de Provenza, mientras que Carmona deja el directorio para ocupar el puesto de director ejecutivo a cargo de Finanzas.
La reunión del consejo comenzó pasadas las 16,00 horas y a última hora de la tarde todavía no había terminado. Sin embargo, sí que trascendió a los medios de comunicación la dimisión de los tres altos responsables. Fuentes cercanas a la institución indicaron que las discusiones habían sido "muy vivas".
La reacción indignada de la opinión pública y la irritación no disimulada del presidente Nicolas Sarkozy pidiendo "responsabilidades" ha hecho imposible su continuidad al frente de la institución, conocida popularmente como la ardilla, en razón de su logotipo, que no sólo tiene una presencia decisiva en sector bancario, sino que forma parte de la textura de la sociedad francesa. Una de cada dos familias tiene, al menos, la famosa cartilla A en esta institución, que gestiona los ahorros de 27 millones de franceses.
Los nuevos directivos, según fuentes citadas por AFP, pretenden seguir adelante con las conversaciones con el otro gran grupo mutualista francés, Banque Populaire, que desembocaría en la creación del segundo grupo bancario de Francia y el sexto por tamaño en Europa, con 100.000 empleados y 30 millones de clientes.
En una entrevista publicada ayer por Le Journal du Dimanche, Milhaud reconocía sentirse "responsable" de lo sucedido. "Es un incidente grave y me afecta profundamente", señalaba. Como excusa, el presidente de Caisse d'Epargne asegura en la entrevista que la pasada primavera el directorio del grupo ya había decidido dejar de operar por cuenta propia en el mercado bursátil, pero que los operadores "no respetaron las instrucciones". La investigación que actualmente lleva a cabo la Comisión bancaria del Banco de Francia, que controla el funcionamiento de las entidades, deberá averiguar porqué las inversiones en derivados de acciones (productos financieros de riesgo) que llevaron a la pérdida de 600 millones, se realizaron a través de CNCE, el órgano de la central del grupo, y no por Natexis, la banca de mercados que comparten las Cajas de Ahorro con las Cajas populares, como hubiera sido lógico. Fuentes bancarias indicaron que el operador habría "tomado posiciones" sobre acciones para el mes de diciembre, justo antes de que las Bolsas se derrumbaran.
Milhaud asegura que no fue informado hasta el pasado lunes 14 de octubre de lo sucedido, y que la primera noticia que le llegó hablaba tan sólo de una pérdida de unos 100 millones de euros en operaciones de derivados de títulos a causa del hundimiento de la Bolsa.
De hecho, añade, las posiciones del banco le exponían a "pérdidas mucho, mucho más importantes". Fue entonces cuando se decidió vender con la consiguiente pérdida de 600 millones. Según Milhaud, no se puede establecer ningún paralelismo con lo sucedido en enero en el banco Société Générale, que perdió 4.900 millones de euros por uno de sus operadores: el ya famoso Jérôme Kerviel.
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