Arte y antigüedades sin ningún miedo a la crisis

"La inseguridad de los mercados financieros convierte el arte, que se revaloriza cada año entre el 8% y el 10%, en una inversión a medio y largo plazo tan segura como el oro. Quizá el segmento mediano, es decir, las piezas de entre 10.000 y 20.000 euros, sea objeto de compra más reflexionada y tardía, pero no vamos a perder ni al coleccionista, ni al inversor ni a los jóvenes, que en los últimos tres años han llegado a ser el 30% de los visitantes". Lo afirma Àlex Flaqué, director de la 17ª edición del Salón de Arte y Antigüedades de las Atarazanas, que se inauguró ayer en Barcelona con 33 galerías y una extraordinaria afluencia de público.

La feria ofrece desde un sarcófago egipcio a obras de Damien Hirst

La feria reúne un amplio abanico de obras, que van desde un sarcófago egipcio y una cabeza romana (en la Galería Bagot, a 21.000 y 57.000 euros, respectivamente) hasta piezas de Damien Hirst, el artista más mediático del momento, con una pintura acrílica sobre papel (40.000 euros) en Pepe Rubio, que se expone encima de una arquilla mallorquina del siglo XVII (120.000 euros), en un montaje que resume perfectamente el espíritu ecléctico del evento.

La versatilidad de la feria y la diversidad de su oferta se plasman en una gran mayoría de puestos heterogéneos que, según Flaqué, "reflejan la tendencia de la sociedad y la mezcla de estilos que caracteriza las casas contemporáneas". De Hirst se ofrece también una serie de 14 litografías con tapa original (150.000 euros) en Francesc Llopis, que exhibe también la pieza más cara de la feria: una gran tela matérica de Miquel Barceló (950.000 euros). En el apartado de las grandes firmas contemporáneas le acompañan Botero con una pequeña escultura ecuestre (750.00 euros) de formas turgentes, líneas sinuosas y 300 kilogramos de peso, en la galería Bernat; Saura con dos monotipos (110.000 euros), pinturas sobre cartulina de tonos oscuros y gran fuerza expresiva, en Rocío Tassara; Tàpies con un autorretrato (28.000 euros) como ángel caído, de su etapa surrealista, y el omnipresente Plensa, en Silvia Soler.

También Miró está bien representado en las galerías Víctor i Fills, Viñuela y Principal, que exhibe también un pequeño óleo de Renoir (35.000 euros) y un exuberante dalí de 1975 (75.000 euros). Del ineludible Picasso hay dos retratos, uno del pintor Joaquim Mir, en Artur Ramón, y un dibujo de 1967, autentificado por su hija Maya, en Gema Gimeno. Los muebles están diseminados por muchas galerías, si bien hay firmas especializadas, como Julián García, que expone una hermosa mesa de arquitecto de principio del XIX. Entre las galerías monográficas destacan las joyas art déco de Vendôme, con sede en Barcelona, Madrid y París, y la selección de arte africano de Raquel Montagut, que incluye una estatua hemba (27.000 euros) de Zaire para el culto a los antepasados y un poste funerario (17.000 euros) de Madagascar.

Para quien disponga de presupuestos más reducidos están los grabados japoneses de Kotobuki (desde 80 euros) y los netsuke (desde 300 euros), pequeñas figuras o composiciones entalladas en hueso o marfil, utilizadas para cerrar las bolsas de opio y algunos tipos de kimonos, que ofrece Ferma Antigüedades. El salón, que estará abierto hasta el domingo 26 (de 11.00 a 21.00 horas), espera superar los 18.000 visitantes de la anterior edición.