"Todo comenzó con la sangre de la Operación Puerto"
El golpe de gracia definitivo al dopaje con la EPO de tercera generación (CERA) se lo han dado este otoño los laboratorios antidopaje de Lausana y París con sus análisis retroactivos de la sangre congelada de los ciclistas más sospechosos del último Tour. Pero ello no habría sido posible sin que existiera un método para detectar en plasma la sustancia, herramienta que los laboratorios no pusieron a punto hasta finales del verano, tarea utópica si unos meses antes el laboratorio de Barcelona, dirigido por Jordi Segura, no hubiera ideado una manera para encontrar en sangre almacenada desde hacía meses la EPO de primera generación. Y esto no habría ocurrido si antes, a mediados de 2006, la Guardia Civil no hubiera llevado a cabo la Operación Puerto... "Todo comenzó con la sangre de la Operación Puerto", dice Segura.
"Nunca se había buscado EPO recombinante en sangre"
"Roche tiene un método que nos viene bien para la primera criba"
Pregunta. ¿Y qué ocurrió?
Respuesta. El juzgado de Madrid que instruía el sumario de la Operación Puerto nos envió bolsas congeladas de glóbulos rojos y plasma para que las analizáramos. Nunca se había buscado EPO recombinante en sangre, ya que entonces el único método válido para encontrarla era en orina. Nos pusimos manos a la obra y logramos diseñar una herramienta válida. Encontramos EPO recombinante en ocho bolsas, y en febrero pasado publicamos el hallazgo en la relevante revista científica Haematologica.
P. ¿Y ése es el método que se usa ahora para detectar la CERA en las muestras del Tour y el que se usará para volver a analizar los cientos de muestras de sangre de los Juegos de Pekín?
R. No exactamente. Paralelamente a nuestro trabajo, en París también trabajaban en un método muy similar, que con modificaciones se aplica a la CERA.
P. ¿Por qué es tan importante detectar la CERA en sangre?
R. Principalmente porque este producto tiene una limitada excreción en orina, por lo que es más fácil que se escape a esos controles. Y hay que tener en cuenta que cada vez será mucho más sencillo disponer de muestras de sangre de más deportistas que de orina. Cada vez hay más tests sólo de sangre para detectar transfusiones, insulina, hormona del crecimiento... y la puesta en marcha del pasaporte biológico y la toma de muestras de sangre a los deportistas de una competición para analizar sus valores de hemoglobina o hematocrito también multiplican la disponibilidad.
P. ¿Es muy diferente la molécula de la CERA a la de la EPO?
R. Es muy parecida, pero tiene una parte diferente que le da más vida en el organismo. El problema para no detectarla antes no era técnico. Sencillamente no disponíamos de la molécula de CERA para compararla como patrón de referencia. Finalmente, Roche suministró CERA a través de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) a sólo dos laboratorios, al de París y al de Lausana, y relativamente tarde.
P. Pero Roche afirma que ya en 2004, cuando los ensayos clínicos demostraron que la CERA podría ser un agente dopante, empezaron a colaborar con la AMA...
R. No me consta esa información, pero puede ser posible. De todas maneras, Roche también tiene un método y se lo ha ofrecido a la AMA, que lo ha puesto a disposición de Lausana. Es un método que permite sospechar casi con plena certeza el uso de CERA, pero que no nos sirve para declarar inequívocamente una muestra positiva. Viene bien para una primera criba.
P. Han frenado la CERA, pero las autoridades advierten ahora de que puede ser más difícil detectar la EPO clásica que ya podrá ser un genérico...
R. Ya nos encontramos ahora con EPO piratas fabricadas en Rusia, China... Y nos complican la vida, porque los criterios aprobados para dar un positivo de EPO se basan en las primeras generaciones, la EPO alfa y beta. Y con ellos será muy complicado. Hay que hacer más abiertos esos criterios. Hasta ahora sólo se da un positivo si en la fotografía del análisis salen unas rayas en la posición básica, ya que la EPO exógena es menos ácida que la endógena, pero ahora estamos chocando ya con perfiles raros, con las bandas en posiciones diferentes. Sabemos que hay algo raro, pero no es fácil darlo positivo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.