"Queremos que la ley española sea como la holandesa"
Tres mujeres interrumpen su embarazo a bordo del velero abortista holandés
Mamen es una de las tres mujeres que ayer se sometieron a un aborto farmacológico a 16 millas del puerto de Valencia, en aguas internacionales, a bordo del velero de la ONG holandesa Mujeres sobre las Olas. Salió a mar abierta para no infringir la ley española que exige un informe previo que acredite que el embarazo pone en riesgo la salud psíquica de la mujer. Con 40 años y dos hijas mayores, Mamen se embarcó en el velero de la ONG porque su caso no cuadraba con las excepciones que permite la ley española. Las mujeres "deben tener la oportunidad de elegir, y que no sea una tercera persona, un psiquiatra, la que decida si tienes o no problemas". Su decisión de abortar en el barco la toma por "conciencia social" y para reivindicar el derecho de las mujeres a elegir. "Queremos que la ley española sea como la holandesa [que permite el aborto libre dentro de unos plazos determinados]", explicó en conversación telefónica.
PP y PSPV cruzaron acusaciones sobre la actuación municipal respecto al barco
Otras dos mujeres tomaron también las dos pastillas preceptivas para interrumpir unos embarazos de menos de siete semanas. "El aborto es el procedimiento médico más seguro que existe si se hace en condiciones", defendió la ginecóloga holandesa Gunilla Kleiverda, responsable, junto con el médico valenciano Josep Lluís Carbonell, de los abortos llevados a cabo ayer en alta mar. "80.000 mujeres mueren al año" por someterse a intervenciones ilegales, lamentó la doctora. "Es algo duro de aceptar", prosiguió Kleiverda, que trabaja habitualmente en un hospital público holandés y colabora desde hace siete años con Mujeres sobre las Olas. Opina que la presión de los antiabortistas impide que la situación se normalice e insistió en que interrumpir el embarazo no es fácil para ninguna mujer. "Por eso abogo por una mejor educación sexual y planificación familiar".
A diferencia del jueves, en que se vivió cierta tensión entre colectivos provida y la plataforma feminista, ayer el barco salió y volvió sin incidentes. En tierra firme, la polémica en torno a la llegada del velero siguió. Populares y socialistas cruzaron acusaciones sobre la actuación de la Policía Local de Valencia, que bloqueó uno de los camiones de la organización.
El vicepresidente y portavoz del Consell, Vicente Rambla, invitó a la ONG a "coger su barco e irse a otro lugar porque en nuestra sociedad y nuestro marco de convivencia no es el sitio en el que tengan que desarrollar su actividad". La asociación de amas de casa Tyrius manifestó su repulsa contra el barco y el arzobispo de Valencia, Agustín García-Gasco, se alegró de la reacción de los colectivos ProVida.
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