Hallan el cadáver de un hombre maniatado, torturado y apuñalado en Las Barranquillas
Lo encontraron tendido boca abajo, vestido y con las manos atadas a su espalda. Tenía la cara desfigurada por los golpes. Estaba tirado en una cuneta a pocos metros de la entrada del poblado chabolista de Las Barranquillas, conocido durante años como el hipermercado de la droga, y junto al depósito de vehículos de la grúa municipal. Es la víctima violenta número 55 en lo que va de año en la Comunidad de Madrid.
Eran casi las once y media de la mañana cuando Carmen llegó a Las Barranquillas. Iba "con otros amigos" en un coche en busca de droga. "Una chica joven se ha puesto delante del coche y nos ha dicho que llamáramos a la policía, que allí había alguien muerto", recuerda la mujer. Menuda, con la cabeza escondida tras la capucha de su chaqueta, Carmen no puede quitarse la imagen de la cabeza. "Tenía la cara destrozada", dice, y hace ademán de taparse la suya, arrugada y envejecida por los años y la heroína.
El hombre tenía además una puñalada en el lado izquierdo del pecho, a la altura del corazón, según comprobaron los médicos del Samur que acudieron al lugar. A primera hora de la tarde, la estrecha carretera del poblado chabolista era un goteo constante de toxicómanos que se acercaban o se alejaban caminando. Ninguno conocía a la víctima. "No era habitual, lo habríamos sabido, somos casi siempre los mismos", explicó uno de los "clientes" de Las Barranquillas antes de reemprender su camino, encorvado y con las manos metidas en una chupa de cuero vieja. Su compañero, espigado y delgado, da más pistas: "La policía decía que era colombiano. A ése lo han matado y lo han traído hasta aquí".
Fuentes de la Jefatura Superior de Policía explicaron que no se ha identificado a la víctima y que hay que esperar a la autopsia y a las huellas para conocer algún dato más. Lo que sí está claro es que es un ajuste de cuentas y que el fallecido fue torturado y posteriormente asesinado en otro lugar y después abandonado a la entrada del poblado.
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