PNV y EA sacan la tasa de Sociedades del pacto fiscal para facilitar que se acepte
La Diputación de Guipúzcoa aprueba la rebaja al 28% y espera ahora al PP
El consejo de gobierno foral de Guipúzcoa superó ayer su propia prueba interna al aceptar PNV y EA que el impuesto de sociedades baje al 28% como tipo general y al 24% para las pymes. Queda zanjado así el principal elemento de tensión entre los dos socios de gobierno desde finales del pasado año. Ahora les une el reto de superar el escollo de la ratificación de su acuerdo por parte de las Juntas Generales, donde necesitan que, al menos, el grupo del PP no vote en contra porque del resto de la Cámara no esperan nada. Para facilitar la ratificación, PNV-EA priorizan el impuesto de sociedades sobre el conjunto del pacto fiscal porque así evitan la tentación de que el PP lo rechaza y dejan para mejor ocasión el IRPF y el impuesto de Patrimonio.
González confía en un debate sosegado para modificar el IRPF y el Patrimonio
El diputado de Hacienda Peio González (EA) reconoció ayer, al presentar las modificaciones de la nueva normativa, que el Gobierno foral se plantea "dar curso ya, con carácter de urgencia, al nuevo impuesto de sociedades exclusivamente" dentro del procedimiento que deba seguir en las Juntas guipuzcoanas, para cuya aprobación apeló a la responsabilidad del PP y PSE.
El PP quiere apostar fuerte hasta el último momento. Así, su juntero Juan Carlos Cano advirtió de que "la respuesta a la crisis económica no puede pasar exclusivamente por el impuesto de Sociedades" y por ello añadió que "no va a ser cómplice de la incapacidad para pactar" del Ejecutivo foral. En el seno del Gobierno se ve "muy difícil" que el PP rechace el impuesto teniendo en cuenta la favorable acogida que la patronal ha dispuesto a la tasa del 28%.
Para justificar que priorizan el impuesto de Sociedades, González dejó claro que el resto de iniciativas que incluye el pacto fiscal del gobierno de Guipúzcoa sin quedar aparcadas, pueden esperar a un debate más amplio y "sosegado". Incluso desveló haber presidido el pasado martes una reunión del grupo de trabajo del IRPF de su departamento con todos los grupos de las Juntas en la que se constató un amplio consenso en más de la mitad de los once puntos de la propuesta de modificación.
La reforma del polémico impuesto de Sociedades que ayer aprobó el gobierno guipuzcoano contempla un tipo general del 18%; un incremento del tipo impositivo correspondiente a sociedades patrimoniales del 18% al 24%. Introduce incentivos a las empresas que desarrollan patentes propias o compradas al aplicarse un beneficio sobre los ingresos que generan; y, sobre todo, introduce nuevas deducciones para incentivar la innovación y el empleo.
Las deducciones para la innovación se equiparan a las de I+D, y este incentivo a la innovación se extiende al ámbito no tecnológico, hasta ahora único sujeto de deducciones. En cuanto al las medidas referidas al empleo, se crean incentivos para fomentar la contratación de trabajadores con la que se trata de paliar directamente un sector afectado por la crisis. La norma incorpora la deducción de 3.600 euros por trabajador contratado y 6.600 euros si pertenece a un colectivo con dificultades de inserción en el mercado laboral.
El diputado de Hacienda estimó que el coste que la reforma de la norma tendrá sobre Guipúzcoa respecto a la normativa vigente este año, asciende a 11.352.908 euros. Pero lo justificó asegurando que los objetivos perseguidos, incentivar la innovación y el empleo, lo justifican.
"Impulso a la competitividad de la economía"
Para Markel Olano, el acuerdo entre PNV y EA sobre el pacto fiscal debe entenderse como "un impulso a la competitividad de la economía de Guipúzcoa en un contexto de crisis económica". El diputado general guipuzcoano entiende que así se "termina con la incertidumbre y se da seguridad jurídica a las empresas de nuestro territorio". Fue su análisis en el transcurso de un desayuno informativo celebrado ayer, en Bilbao, donde no desaprovechó la ocasión para apoyar la fusión BBK-Kutxa, criticar el veto a la consulta, denunciar la violencia de ETA y subrayar el esfuerzo inversor de su gobierno foral en materia de insfraestructuras.
Olano cree "una magnífica noticia" que la Diputación de Guipúzcoa sitúe el Impuesto de Sociedades en la misma tasa (28%) que se aplica en Álava y Vizcaya. Y consciente de la "fragmentación política" de las Juntas Generales guipuzcoanas, apeló a "actuar con responsabilidad", en un claro mensaje dirigido a PSE-EE y PP.
El diputado general, consciente de que "en los dos últimos años se ha lastrado la credibilidad de la Hacienda de Guipúzcoa entre la ciudadanía", informó de que "se están adoptando medidas" para recuperar "la confianza, estabilidad y carácter de instrumento clave para el desarrollo de las empresas y el conjunto de la ciudadanía" por parte de la Hacienda.
En una radiografía del territorio, Olano detalló las cuatro áreas de su acción estratégica que incluye el plan de inversiones para finalizar la ronda de Guipúzcoa, acometer el futuro del puerto exterior de Pasaia, el apuntalamiento del aeropuerto de Hondarribia y la apuesta por el sistema ferroviario con un apoyo a la Y. En materia política, el diputado general nacionalista disoció con claridad el problema de la paz de la normalizacíón política. Proclive a dar a la ciudadanía su capacidad de decidir, se rebeló ante una posible resignación de la sociedad ante la violencia etarra, aunque denunció que la vida política vasca "está bloqueda" porque "el Estado no acepta su realidad plurinacional". Eso sí, pronosticó que el diálogo deberá ser la alternativa final entre los partidos políticos y las instituciones sobre la base de la voluntad de la ciudadanía "pero sin imposiones".
Olano fue presentado por Jon Azúa, ex vicepresidente del Gobierno vasco y que ahora asesora los planes estratégicos de la Diputación guipuzcoana. Azúa aludió a la profecía de Xabier Arzalluz -presente en el acto que cerró Josu Jon Imaz- de que el futuro de Euskadi "pasará por el euskera y la innovación" para reflejar dos de las apuestas del diputado general en su gestión.
Al desgranar el estado de situación, Olano, satisfecho por los resultados de su Gobierno, renovó su apuesta por un modelo de hacer política que cuente con la participación ciudadana, sin olvidarse de defender una "operación rigurosa y eficaz" que permita la fusión entre BBK y Kutxa, asegurando que "la ciudadanía vasca no entiende una postura contraria"
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