Cien trabajadores del Clínico protestan en silencio con mascarillas

Tres furgones del Cuerpo Nacional de Policía acudieron ayer al hospital Clínico San Carlos. Y no para sancionar a la multitud de gorrillas que controlan el aparcamiento de la zona, sino para evitar incidentes durante la visita de Juan José Güemes. Desde hace dos semanas, trabajadores de la sanidad pública reciben con abucheos al consejero de Sanidad en los centros hospitalarios que visita.

Cuatro pacientes increparon a los manifestantes por desatenderles

A las doce llegaron los agentes; una hora después apareció el consejero. Un centenar de trabajadores del hospital le recibió con una protesta. La novedad es que en esta ocasión fue silenciosa, con la boca tapada con mascarillas y algunos con las manos atadas con precinto, simulando unas esposas. "A ver si ahora dicen que somos violentos", dijo una de las manifestantes.

Los agentes guardaron antes, durante y después de la manifestación la entrada del pabellón San Carlos, en donde iba a hablar Güemes, e impidieron a los medios de comunicación permanecer en la puerta del mismo. "La entrada tiene que quedar despejada", repitieron insistentemente. Algún paciente tuvo que dar explicaciones. "No, no, yo soy enfermo", se defendió un hombre que se encontraba frente al pabellón de oncología.

A la llegada del coche oficial, los trabajadores, que portaban pancartas como "la salud no es un negocio", guardaron silencio y emprendieron la marcha detrás del consejero, durante 15 metros, hasta el pabellón. Para escenificar su protesta, silabearon un sonoro "chis" y mantuvieron los brazos en alto. Una vez Güemes cruzó la puerta, los protestantes repitieron varias veces a voz en grito "¡sanidad pública!" y acabaron con un aplauso. Los policías impidieron que entraran al edificio.

"Yo, desde luego, no estoy en conflicto con nadie, mucho menos con los sindicatos", aseguró Güemes, una vez que dejó atrás a los manifestantes. A diferencia de en otras ocasiones, no se refirió a los sindicalistas liberados.

El consejero acudió al pabellón San Carlos para presentar la campaña Toma el pulso a tu corazón, que pretende medir el riesgo cardiovascular de la población madrileña en cuatro carpas que se instalarán el sábado en Vallecas, Alcobendas, Móstoles y Parla, en las que se harán controles médicos. El Gobierno regional lleva a cabo la iniciativa con una fundación farmacéutica privada.

Mientras los sanitarios esperaban a que Güemes saliera de la presentación, cuatro pacientes del pabellón de oncología reprendieron a los manifestantes. "¡Nos han dejado tirados toda la mañana!", "¡Tendrían que estar en su puesto!", les gritaron. A lo que algunos de los manifestantes respondieron mandándoles callar. "Tengo a mi marido en la quimio y en lugar de estar 30 minutos lleva una hora. Me parece muy mal que nos tengan abandonados", se lamentó Carmen Daura, de 63 años. Otra mujer aseguró que llevaba cuatro horas esperando que le entregaran su informe clínico.

Con la de ayer son nueve visitas de Güemes a hospitales en las dos últimas semanas, y nueve protestas de los trabajadores para reprocharle la privatización de la sanidad. La última vez que el consejero acudió al hospital Clínico, el lunes 29 de septiembre, tres personas fueron detenidas a causa de las protestas, y puestas en libertad posteriormente. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, pidió a la fiscalía que estudiara el caso por posibles agresiones al consejero. La fiscalía lo archivó.

Los que emprenderán acciones legales son CGT y CC OO, que denunciarán ante la Agencia de Protección de Datos la difusión por parte de la Comunidad del vídeo, el martes pasado, en el que se identificaba a cuatro sindicalistas que participaron en la protesta contra el consejero en el Puerta de Hierro. Güemes defendió ayer que dichas imágenes "son más que públicas".