El alcalde de Muxía niega ante la juez que malversara fondos

Apenas 20 minutos duró ayer la declaración como imputado, ante la juez de Corcubión, del alcalde de Muxía, el socialista Félix Porto, por la querella del PP por el caso de la supuesta agente electoral del PSdeG pagada, según la acusación, con dinero de la Xunta para recabar votos en Argentina en las municipales de 2007. Porto se defendió con el argumento de que "es imposible" que cometiera los delitos -malversación de fondos públicos y fraude con una subvención- porque ni tenía cargo en la Administración gallega ni podía decidir sobre la concesión de ayudas.

Porto, que era dirigente del sindicato Unións Agrarias antes de alcalde, sólo aceptó responder a las preguntas de la juez. "No hay ninguna trama. Al abogado del PP no quise contestarle porque ese partido ya me juzgó y condenó en los medios de comunicación, todo es un paripé sin sentido, una cortina de humo del PP para tapar sus otras vergüenzas, como su condena por falsedad documental al incluir votantes en las listas electorales del País Vasco sin su consentimiento", acusó Porto a la salida del juzgado.

El PP presentó esta querella en julio, después de que el Parlamento cerrase la comisión de investigación con unas conclusiones pactadas por PSdeG y BNG que excluían toda responsabilidad política. María Isabel Blanco, la supuesta agente electoral, obtuvo de la Xunta un billete para viajar a Argentina entre abril y mayo de 2007. Blanco aseguró que su viaje, atribuido por la Xunta a razones humanitarias, fue para recabar votos de emigrantes a Porto. Meses antes, la supuesta agente había sido contratada, gracias a una subvención de la Consellería de Traballo, dirigida por el socialista Ricardo Varela, en la Unión de Viticultores Castro de Ourense. Pero en realidad la mujer estuvo trabajando en Unións Agrarias de Vimianzo, del que era responsable Porto.