La Fiscalía mantendrá su línea preventiva antiterrorista
El ministerio público defiende el procesamiento de once islamistas que pretendían atentar en el metro de Barcelona
La fiscalía no piensa cambiar su línea de investigación respecto al terrorismo islamista a pesar de que el Tribunal Supremo absolvió anteayer a 15 de los 20 yihadistas de la Operación Nova, condenados por la Audiencia Nacional por formar parte de una célula islamista, a la que se acusó de planear la voladura de la Audiencia Nacional. Fuentes del Ministerio Público recordaron ayer que esas actuaciones preventivas tratan de evitar matanzas como las del 11-M, llevando a prisión a los terroristas "con todas las garantías" antes de que ataquen.
El ataque era inminente cuando la célula fue desarticulada
Ayer mismo, el fiscal de la Audiencia Nacional Vicente González Mota pidió al tribunal que confirmara el procesamiento de otros 11 fundamentalistas detenidos en circunstancias muy similares a las de la Operación Nova. Se trata de la célula desarticulada en el barrio del Raval de Barcelona el pasado 19 de enero, después de que un confidente policial protegido alertara de que sus miembros preparaban un atentado inminente en la red de transporte público de esa ciudad.
El auto de procesamiento consideraba al grupo "cohesionado ideológicamente por su adhesión a una postura extremista del Islam (...) que justifica el uso indiscriminado de la violencia como herramienta lícita para lograr sus metas político-religiosas" y acusaba a sus integrantes de integración en banda terrorista y tenencia de explosivos. Pero fue recurrido por la defensa de los supuestos yihadistas -que reclamó la revocación de la resolución- y por la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), que solicitaba que se les imputara también un delito de estragos terroristas en grado de tentativa, al estar supuestamente preparando un atentado en el metro.
El fiscal recordó en su intervención de ayer que en los registros efectuados a los procesados se encontró nitrocelulosa, así como balines y varios detonadores, que podrían servir para la fabricación de explosivos, lo que indicaba "que estaban preparados para cometer un atentado", según fuentes de la Audiencia. El hecho de que fueran a utilizar esos artefactos en la red de transporte urbano de Barcelona se sustenta, como en el caso de la Operación Nova, en la declaración de un testigo protegido, según esas mismas fuentes, que recordaron que, a finales de septiembre, se aportó a la causa un vídeo en el que un grupo islamista de Pakistán se atribuía el atentado fallido. Ese vídeo, sin embargo, no se tuvo en cuenta ayer al aparecer con posterioridad a que el juez Ismael Moreno decretara el procesamiento de los presuntos yihadistas.
Fuentes del Supremo aseguraron el martes que la sentencia de la Operación Nova, cuyo contenido aún no se conoce, establecerá que para ser condenado por pertenencia a banda armada no basta con expresar ideas extremistas en el seno de un círculo reducido, sino algo más que evidencie que el grupo del que se forme parte exteriorice de alguna forma su propósito criminal.
La fiscalía considera que, de ser cierto ese razonamiento, el Supremo habría cambiado su doctrina al rechazar la cohesión ideológica, la aceptación de la violencia como método o la disposición a convertirse en mártir como pruebas del fin ilícito de la organización, pruebas que sí fueron aceptadas en otras sentencias del tribunal. Entre ellas cita la de Ahmed Brahim, un islamista condenado por integración en organización terrorista en 2007 por difundir fetuas de Al Qaeda por internet.
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