El 'lehendakari' y el líder del PSE coinciden en que volverían a hablar con Batasuna

Tanto el lehendakari Juan José Ibarretxe como el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, reaccionaron ayer con "tranquilidad" al anuncio de la fecha del juicio contra ambos por sus entrevistas con miembros de Batasuna, que también se sentarán en el banquillo. Fuentes cercanas a Ibarretxe señalaron que el lehendakari tiene "la conciencia tranquila" y el convencimiento de que "hizo lo que tenía que hacer", en cumplimiento de "un compromiso político y electoral" que había adquirido con los ciudadanos al optar al cargo en las elecciones en 2005.

Las mismas fuentes se congratularon por entender que la celebración del juicio les "acerca por fin al final de un despropósito" y recordaron que el Tribunal Supremo descartó una demanda del sindicato ultraderechista Manos Limpias contra el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, por las conversaciones del frustrado proceso de paz. El lehendakari "volvería a hacer lo mismo", recalcaron.

El PNV guarda silencio y sus socios consideran el juicio un "sinsentido"

Es la primera vez que se procesa a un presidente autonómico y al cabeza de fila de la oposición, ambos designados además ya por sus partidos como candidatos a lehendakari en las autonómicas del próximo mes de marzo, aunque en el caso de Ibarretxe aún no se haya iniciado el proceso formal.

"Ya era hora", fueron las primeras palabras del secretario general del PSE, Patxi López, al conocer el contenido del auto. "Llevamos demasiado tiempo esperando y tenemos ganas de que pase cuanto antes este episodio, que vamos a afrontar con total normalidad y tranquilidad", explicó en un acto público en Bilbao. "No tenemos ningún temor en acudir a ese juicio", recalcó López con respecto a él y a su compañero en la ejecutiva vasca, Rodolfo Ares, miembro también de la ejecutiva federal del PSOE. "Estoy absolutamente convencido de que [el juicio] va a quedar en nada, porque no hay nada punible en lo que hicimos", añadió.

El líder del PSE se mostró seguro de que las elecciones de marzo no se verán afectadas por el hecho de que los dos candidatos a lehendakari que parten en principio con mayores posibilidades se sienten en el banquillo a apenas dos meses de los comicios. López coincidió con las fuentes de la Presidencia citadas en señalar que, en las mismas circunstancias de 2006, volvería a mantener la reunión por la que será juzgado, ya que "el objetivo era noble, avanzar en el camino de la paz" y los ciudadanos, añadió, lo entendieron así.

Mientras el PNV guardó silencio, sus socios del tripartito, EA y EB, calificaron en sendos comunicados como "un sinsentido" el juicio. La izquierda abertzale difundió otro comunicado en el que considera el auto de ayer un "fiel reflejo del estado de excepción" que, a su peculiar entender, vive Euskadi. Tildó además a Ibarretxe, López y Ares de "víctimas colaterales" de una Ley de Partidos que el Gobierno central "sostiene" y el vasco "aplica a diario".

El Foro Ermua, que ejerce la acusación popular, mostró su "alegría", consideró "didáctico" que el lehendakari se siente en el banquillo y dijo que espera una sentencia condenatoria. La asociación Dignidad y Justicia, que lleva la otra acusación, pidió que Ibarretxe sea tratado "como cualquier otro imputado" y que el proceso se ajuste a cauces "pura y estrictamente legales", sin tener en cuenta las circunstancias preelectorales.