El PKK lanza contra Turquía el ataque más letal en un año

El ataque más letal sufrido por las tropas turcas a manos de rebeldes kurdos en al menos un año reavivó ayer las fricciones que tensan la relación entre Irak y Turquía. Un total de 15 soldados turcos murieron y 20 resultaron heridos bajo el fuego lanzado en la tarde del viernes por artillería pesada de los militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) contra un puesto de vigilancia ubicado en el sureste de Turquía, a cuatro kilómetros de la frontera con Irak y a 40 de la iraní. La artillería kurda responsable del ataque estaba posicionada en territorio iraquí, según las autoridades turcas, que informaron ayer de los hechos.

Las fuerzas de Ankara reaccionaron al fuego kurdo con incursiones y bombardeos aéreos que penetraron hasta 10 kilómetros en Irak. Al menos 23 militantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) fallecieron en los combates, que se prolongaron hasta la noche. Dos suboficiales turcos resultaban ayer desaparecidos.

El ataque recrudece una crisis que vive una escalada militar desde hace un año. En octubre de 2007, una emboscada organizada por el PKK en la que fallecieron 13 soldados turcos desencadenó un duro enfrentamiento político entre Turquía e Irak, en cuyo territorio, según Ankara, los rebeldes kurdos han establecido refugios y centrales operativas sin sufrir acoso por parte de las autoridades iraquíes.

El Ejército turco lanzó en los meses siguientes una oleada de incursiones aéreas y, en febrero, miles de soldados entraron en territorio iraquí, en donde operaron durante una semana contra los rebeldes del PKK, considerado una organización terrorista por Turquía, la UE y EE UU. El PKK lucha desde 1984 por la institución de un Estado kurdo independiente en el sureste de la península de Anatolia. Las autoridades turcas responsabilizan al PKK de la muerte de unas 40.000 personas en ataques y atentados.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, interrumpió ayer a causa del ataque una visita oficial a varios países de Asia Central y convocó de urgencia una reunión del Consejo para la lucha Antiterrorista. Erdogan volvió a Turquía de Turkmenistán. Ya antes del ataque, su Gobierno había pedido al Parlamento que extienda la autorización a los militares para realizar operaciones transfronterizas contra las bases del PKK en Irak. El debate parlamentario está previsto para el miércoles.

Por su parte, el presidente turco, Abdulá Gül, canceló un viaje oficial a Francia y se reunió con la cúpula militar. Gül dejó claro que la lucha contra el PKK "continuará en todas sus dimensiones, sin importar cuál sea el coste. Especialmente con las operaciones transfronterizas del último año, las Fuerzas Armadas turcas han conseguido desmoralizar y reducir el poder de la organización terrorista". Desde hace un año, Turquía cuenta con información del Pentágono en tiempo real sobre las posiciones del PKK en el norte de Irak.

El Gobierno iraquí, así como la UE y EE UU, condenaron el sangriento ataque. También lo hizo el portavoz del Ejecutivo regional kurdo del norte de Irak, Jabbar Yaver, quien alegó que su Gobierno no puede hacer "nada" contra estos ataques porque se producen desde una región deshabitada y fuera de control.

El puesto de vigilancia atacado está situado en Aktütün, una zona del distrito de Semdinli (provincia de Hakkari), en el extremo sureste de Turquía, de gran importancia estratégica dada la cercanía de las fronteras iraquí e iraní.

Desde 1992, el puesto ha sido un objetivo del PKK, que lo ha atacado en cuatro ocasiones, causando 43 bajas al Ejército turco. El penúltimo asalto se produjo en mayo de este año y causó la muerte a seis soldados turcos.