Mas asegura que CiU "ya ha cumplido" en financiación e insta a Montilla a "trabajar"
Convergència i Unió considera que su deber era facilitar la aprobación de una propuesta de financiación conjunta esta semana en el debate de política general en el Parlament y que, a partir de este momento, son el presidente de la Generalitat, José Montilla, y su Gobierno los que deben "ponerse a trabajar" y lograr un nuevo modelo de financiación basándose en esa resolución parlamentaria y en lo establecido en el Estatuto. Así lo sostuvo ayer el líder de CiU, Artur Mas, en su discurso ante el consejo nacional de Convergència Democràtica, máximo órgano de decisión entre congresos.
La moción, aprobada con los votos de los tres partidos de izquierda y los nacionalistas, tan sólo supone un primer paso en ese tortuoso diálogo entre los gobiernos central y autónomo. Es, en definitiva, una declaración de intenciones para la perdurabilidad de ese frente común catalán. Pero la misma moción también insta a los firmantes a elaborar de forma conjunta la propuesta -mucho más detallada- que la Generalitat defenderá en la mesa de negociaciones con Madrid sobre el nuevo modelo de financiación. Y el trabajo, ahora más arduo, todavía está por hacer.
Pero ayer, tanto Mas como el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol señalaron ante los cargos de su partido que CiU ya ha cumplido su misión. "Ahora les toca ponerse a trabajar a Montilla, al PSC y al tripartito (...), y presentar resultados", señaló el jefe de la oposición, quien además advirtió de que no tolerará renuncias a lo que estipula el Estatuto. Nada dijo de la exigencia de CiU de acordar con el Gobierno catalán la cantidad mínima de ganancia que debe aportar el nuevo sistema.
El consejero de la Vicepresidencia, Josep Lluís Carod, también aplaudió ayer la imagen de unidad en torno a la financiación conseguida esta semana en el Parlament y sostuvo que en ese compromiso radica "la fuerza" de Cataluña. Su compañero de filas, el diputado Joan Ridao, fue mucho más allá e instó al tripartito a promover un "frente común" de Cataluña con Baleares y Valencia, tres comunidades con un saldo negativo en cuanto a aportaciones a la solidaridad interterritorial.
En este sentido, el líder republicano Joan Puigcercós auguró un retroceso en el Estado de bienestar de los catalanes en caso de no lograr un satisfactorio modelo de financiación y de proseguir la crisis económica. Puigcercós opinó que la Generalitat dejará de recaudar 2.000 millones, lo que puede repercutir en una paralización de diversos proyectos gubernamentales, como la Ley de Barrios y la construcción de hospitales y escuelas, y afectar a la Ley de la Dependencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.