Renta Corporación, incapaz de cumplir los requisitos bancarios
Martinsa-Fadesa perdió 174,8 millones en el primer semestre
La tormenta financiera de las últimas semanas ha asestado un nuevo golpe a las ya maltrechas inmobiliarias españolas. Escudándose en el deterioro de los mercados financieros mundiales, la inmobiliaria catalana Renta Corporación anunció ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que no puede afrontar las condiciones que le impuso el pasado 8 de agosto la banca acreedora para otorgarle una dispensa temporal (waiver).
El sindicato bancario que le prestó 500 millones de euros en diciembre de 2006 le arrancó en verano varios compromisos, como reducir su deuda. Sin embargo, la compañía ahora afirma que no puede cumplir estas obligaciones porque pueden poner en riesgo su actividad ordinaria.
La empresa que preside Luis Hernández de Cabanyes informó por carta a los cuatro bancos del sindicato -Santander, BBVA, Eurohypo y Fortis- sobre la imposibilidad de afrontar las nuevas condiciones el pasado 1 de octubre. A Renta Corporación se le exigía mantener un determinado nivel de fondos propios, dar más garantías y fijar varios objetivos en su plan de negocio que se adaptasen al nuevo ciclo. Además, debía reducir a 500 millones su deuda financiera, que en junio era de 661,6 millones de euros.
Conversaciones
La inmobiliaria, que cerró el primer semestre con pérdidas de 25,7 millones de euros y un apalancamiento del 78,4%, iniciará ahora conversaciones para "adecuar los ratios financieros de seguimiento" y otros términos a "la situación excepcional de los mercados, fundamentalmente financieros, significativamente deteriorados desde entonces". Una portavoz de la compañía insistió en que la empresa nunca ha dejado de cumplir con sus compromisos.
Renta, cuya cotización subió ayer un 1,74%, es la segunda inmobiliaria cotizada, tras Martinsa-Fadesa, que pide árnica a la banca este año. La inmobiliaria presidida por Fernando Martín lo hizo el 11 de julio, pocos días antes de solicitar el concurso de acreedores.
Precisamente ayer, tras varios retrasos y sin una nueva valoración de sus activos, Martinsa presentó sus resultados a la CNMV. La compañía, en proceso concursal con una deuda de 5.200 millones, cerró el primer semestre con unas pérdidas de 174,8 millones, frente a los beneficios de 413,1 millones que obtuvo en el mismo periodo de 2007. El resultado bruto de explotación (Ebitda) también registró números rojos, de 97,2 millones.
En el informe de gestión que mandó a la CNMV, la inmobiliaria sostuvo que se vio perjudicada por el proceso de refinanciación de su deuda y el endurecimiento de las condiciones de financiación. Éste fue el argumento al que se agarró para explicar la "dificultad" para cerrar acuerdos para vender suelo y paquetes de pisos.
Durante el primer semestre, las preventas de viviendas se desplomaron un 67%, hasta las 759 unidades, lo cual se traduce en un descenso del 53% en los ingresos. Además, la empresa registró 223 anulaciones durante este periodo que sumaban 51 millones.
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