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Columna
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Financiación del comercio

La actual coyuntura económica y la crisis financiera están afectando de manera directa al sector comercial, que ve cómo no siendo un sector de riesgo, se le endurecen las condiciones de crédito por parte de las entidades bancarias. Las pólizas de crédito, el modo más común de financiación entre las pymes y autónomos del comercio, ha visto duplicados los intereses que se aplican e incrementadas las garantías solicitadas. Por ello desde Covaco-Confederación de Comerciantes y Autónomos de la Comunidad Valenciana denunciamos este endurecimiento de las condiciones que bancos y cajas de ahorro plantean en tiempos de dificultades económicas.

Históricamente las pólizas abiertas por los comerciantes en las entidades financieras no han sido elevadas, entre 12.000 y 24.000 euros de media. Líneas de crédito en su mayoría abiertas durante largo tiempo, con renovaciones anuales tácitas y avaladas con garantías personales, con un interés variable sobre el dispuesto del índice de referencia (Euríbor en la mayoría de los casos) más un porcentaje medio de 0,50%.

No pueden generalizar la restricción de financiación a todas las empresas o particulares por igual

Optar por este tipo de financiación, que ha permitido disponer siempre de circulante para hacer frente a gastos como asistencia a ferias, compra de stocks..., se ha debido a que la mayoría de las pymes de comercio son empresas familiares que han revertido sus beneficios en el mantenimiento y mejora de la gestión y el establecimiento, por lo que cuando han surgido gastos imprevistos o extraordinarios han acudido a retirar pequeñas cantidades de sus pólizas de crédito que habitualmente se han repuesto en un plazo muy breve.

Sin embargo, en los últimos meses las entidades bancarias han endurecido sus condiciones para créditos y préstamos de todo tipo, y el comercio está viendo comprometido su modo tradicional de financiación y, por tanto, su viabilidad. Ante esto debemos recordar que el comercio no ha estado considerado nunca como sector de riesgo; de hecho, según la Memoria de la Central de Riesgos del Banco de España, el crédito comercial es de los más bajos, tan sólo por encima del préstamo de valores y muy por debajo de los préstamos financieros.

A pesar del bajo riesgo de los créditos en el comercio, a su reducido importe, las garantías aportadas por los comerciantes y la brevedad de los plazos y cumplimientos para la cancelación de los mismos, en la actualidad se están negando renovaciones de crédito obligando a comercios, con históricos impolutos, a suscribir una nueva póliza y en condiciones menos ventajosas. Abrir nuevas líneas de crédito significa volver a realizar todos los trámites, con el consiguiente gasto de notaría y de comisiones de apertura del nuevo crédito, además de aportar nuevos avales, que en muchos de los casos se solicitan monetarios o si es un bien inmueble, no hipotecado. Se han dado casos de pólizas abiertas hace un año a un interés de euribor +0,35% que al renovarlas se han aumentado los intereses hasta más de dos puntos, o reducciones del valor de tasación de locales comerciales de hasta un 75% como aval para conceder el mismo crédito que hace un año. Ante esta situación, muchos son los comercios que están viéndose obligados a retrasar pagos a sus proveedores con lo que se ralentiza la liquidez del canal de distribución, lo que está desembocando en la creación de una Sociedad de Garantía Recíproca alternativa.

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La mayoría de las entidades bancarias han endurecido sus condiciones de crédito con subidas, que en algunos casos superan los dos puntos porcentuales en el último año. Ante esto deben ser conscientes que a medio y largo plazo con estas duras medidas de crédito el sistema financiero contribuye de manera directa a agravar la situación de crisis sobre un sector que en la Comunidad Valenciana está constituido por más de 96.000 empresas dedicadas al comercio, cifra que representa el 26% del tejido empresarial.

El grueso de las entidades bancarias está trasladando sus problemas de solvencia y las dudas generadas por la crisis hacia todos sus clientes sin considerar las características de cada uno. No obstante, algunas entidades bancarias, fundamentalmente las que basan su negocio en el mercado local, se están comportando de forma más receptiva, lo que puede modificar la cartera de clientes de las entidades que han endurecido sus condiciones e inclinar la balanza a favor de estas otras entidades que facilitan la financiación por entender que si las dos partes, banco y pyme no ganan, pierden los dos.

Por ello, desde Covaco y como patronal del sector en la Comunidad Valenciana consideramos necesario un análisis serio por parte de las entidades financieras, bancos y cajas de ahorros. No pueden generalizar la restricción de financiación a todas las empresas o particulares por igual. Deben tener en cuenta la solvencia y las garantías que representan las empresas comerciales, el volumen de sus créditos y el escaso riesgo de impago. Así mismo, desde Covaco se reitera su petición al Gobierno central de adoptar las medidas oportunas para garantizar la liquidez del sistema financiero, y evitar que las pymes sean las más perjudicadas por esta falta de liquidez.

Pedro Reig es presidente de la Confederación de Comerciantes y Autónomos de la Comunidad Valenciana.

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