De la guerra a los negocios

El Rey fue, en junio pasado, uno de los primeros mandatarios en reunirse con el nuevo presidente ruso, pero las relaciones entre Moscú y Occidente se han deteriorado desde entonces por la guerra de Georgia en agosto. Ayer se desplegaron unos 200 observadores de la UE, incluidos 10 guardias civiles, en la franja de seguridad contigua a Osetia del Sur y Abjazia. Zapatero pidió ayer a Medvédev que cumpla el pacto con Sarkozy que puso fin a las hostilidades, incluido el repliegue de las tropas rusas a las posiciones anteriores al 7 de agosto, pero éste lo dio ya por cumplido. En su afán por evitar puntos de fricción, Zapatero no quiso revelar si España apoyará en noviembre el ingreso de Georgia y Ucrania en la OTAN, lo que se da por seguro.

Lo cierto es que ambos hablaron como si la crisis del Caúcaso estuviera ya superada. Zapatero abogó por impulsar las negociaciones sobre el nuevo acuerdo de cooperación entre Rusia y la UE, invitó a su anfitrión a una visita de Estado a España en 2009 y acordó la celebración el 12 de noviembre en España de la Comisión hispano-rusa, para impulsar las relaciones económicas.

El alza del precio del petróleo ha llenado las arcas rusas, cuyas reservas de divisas superan el medio billón de dólares. Moscú ha anunciado un ambicioso plan de infraestructuras, con más de 17.000 kilómetros de carretera, e inversiones de 300.000 millones de euros en los sectores gasístico y petrolero. Las empresas españolas no quieren quedarse fuera.