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Crisis financiera mundial | La respuesta europea

El banco Dexia, salvado 'in extremis' por tres Gobiernos

Andreu Missé

Las nacionalizaciones de bancos continúan en Bélgica a buen ritmo. Ayer, le tocó el turno a Dexia, el banco franco-belga que logró salvar la vida gracias a la decidida intervención de Bélgica, Francia y Luxemburgo. La ayuda se realizará a través de una aportación de capital conjunta de 6.400 millones de euros, lo que implica de hecho una nacionalización por vía indirecta.

Las instituciones belgas aportarán 3.000 millones; el Gobierno francés y la Caja de Depósitos y Consignaciones otros 3.000 y el Gobierno de Luxemburgo, 376 millones.

La situación de Dexia, que el lunes sufrió un descalabro en Bolsa, con pérdidas de casi el 30%, rozó el límite de supervivencia. La ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, al justificar la medida, reconoció que "existía el riesgo de que no pasase el día". Ayer, los mercados valoraron la inyección pública de dinero en la entidad con una subida del 6% en sus títulos.

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Dexia nació en 1996 de la fusión de Crédit Local de France y Crédit Communal de Belgique. Se había especializado en conceder préstamos y servicios a las colectividades locales. Cuenta con más de 35.000 empleados en un total de 37 países, de los que 10.000 están en Bélgica y 2.400 en Francia. Sus principales accionistas son el grupo de servicios belga Arcofín, (18%), las comunas belgas (16%) y la caja de Depósitos y Consignaciones de Francia con el 12%. Los principales dirigentes, Pierre Richard y Axel Miller, presentaron su dimisión.

Indemnizaciones

En relación con el papel de los ejecutivos, la indemnización del ex consejero delegado de Fortis, el grupo de banca y seguros belga-holandés, Herman Verwilst, ha causado una profunda irritación en el Gobierno belga. Verwilst que apenas estuvo tres meses al frente de la entidad recibirá una indemnización de cinco millones de euros. El primer ministro belga, Ives Leterme, manifestó ayer su malestar e indicó que había contactado con la dirección de Fortis para comunicarles que "agradecería que no le pagaran la prima de dimisión a Verwilst".

El Estado belga acordó en la noche del domingo aportar 4.700 millones de euros para salvar al banco que en total recibió una inyección de 11.200 millones. Fortis registró ayer una subida del 8%.

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