Barcelona impulsa un plan para dignificar y recuperar La Rambla
Ciutat Vella quiere implicar a la Generalitat y tener listas las medidas en abril
"Quiero que sea viable que la gente vuelva a pasear por La Rambla". Itziar González, regidora de Ciutat Vella, se ha propuesto recuperar y dignificar el popular paseo, que ha perdido gran parte de su encanto entre los barceloneses por el cambio de paisaje que ha experimentado en los últimos años. La Rambla ha sufrido una invasión de turistas (pasto de carteristas), de estatuas humanas, terrazas, tiendas de souvenirs y, por la noche, de lateros y prostitutas. Todo ese mundo ha tenido como consecuencia que se ha desplazado de La Rambla a los barceloneses, incluidos los de Ciutat Vella. El distrito quiere que eso se acabe y ayer presentó un programa que estará listo en abril.
El plan de choque se canalizará a través de una mesa técnica, dirigida por un comisionado. Su voluntad es reunir organismos del propio Consistorio y departamentos de la Generalitat con capacidad fiscalizadora, así como entidades y agentes sociales. Los objetivos son éstos: reordenar La Rambla, garantizar el equilibrio entre el consumo y el paseo, mejorar la seguridad y las sanciones administrativas y de seguridad, y facilitar la movilidad de los peatones. Eso se traducirá en varias medidas que pueden ir desde acotar el espacio de las terrazas a ser inflexible con las estatuas humanas o, por ejemplo, combatir a los lateros. El chequeo será tan exhaustivo como diverso y afectará desde al pavimento a la venta de flores, pasando por la delincuencia y el impacto de los cruceros.
"Soy vecina de Ciutat Vella desde hace 20 año y arquitecta, y podría dibujar el proyecto. Pero no se trata de eso. Los barceloneses dicen que quieren mucho a La Rambla y es el momento de que participen. Será lo que quieran que sea", dijo González, que anunció también la creación de una página web para que los ciudadanos viertan sus opiniones. El plan carece aún de presupuesto, pero no será primordial. "Se pueden hacer muchas cosas y no es cuestión de dinero", apuntó.
El pleno de Ciutat Vella debatió ayer el futuro de La Rambla y un programa para limpiarla de graffiti que se extenderá a toda la ciudad. El Ayuntamiento firmará convenios con las comunidades de vecinos y comercios para subvencionar la limpieza de las pintadas. En el caso de las fincas, la ayuda será del 25% a cambio de garantizar el mantenimiento dos años, y en el de las tiendas, el plazo se ampliará a cuatro porque dos los sufragará la Fundació Barcelona Comerç, que da cobertura a todos los locales, asociados o no. Sólo en Ciutat Vella hay 5.492. La mayoría de las casas y tiendas del distrito tienen graffiti y el objetivo es borrarlos con la misma rapidez con la que se dibujan. "Será un mensaje tribal de los vecinos para decir que viven allí", ilustró González.
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