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Debate de política general

La oposición ve al presidente sin ideas ante la crisis

CiU reprocha a Montilla que negocie la financiación sin unidad catalana

La oposición (Convergència i Unió, el Partido Popular y Ciutadans) describió ayer a un presidente de la Generalitat alejado de la realidad; idealista, pero con escasa visión de futuro; carente de recetas innovadoras para afrontar la crisis económica; incapaz de transmitir ilusión a los ciudadanos; sin liderazgo, e impotente para vertebrar un Gobierno de tres socios, dada su falta de proyecto y modelo de país. "Despierte, salga del sueño en el que está sumido", le reprochó el convergente Oriol Pujol. "Los ciudadanos y los pequeños empresarios que hayan oído el discurso están ahora más preocupados que antes", sostuvo la popular Carina Mejías. "Tiempos nuevos, como los que vivimos, exigen mayor determinación y recetas nuevas", criticó José Domingo, de Ciutadans. Los tres también coincidieron en un adjetivo para calificar la intervención: aburrida.

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Hubo escasas diferencias conceptuales entre la oposición a la hora de juzgar el discurso presidencial. Acaso CiU puso el acento en el espinoso asunto de la financiación, en la supuesta unidad catalana que persigue Montilla mientras el Gobierno central ya tiene sobre la mesa las bases del nuevo modelo que ha redactado el tripartito. "¿Cuál es el acuerdo que busca si ya ha manifestado claramente con luz y taquígrafos que han iniciado la negociación de acuerdo con sus preceptos y sus criterios? ¿A qué acuerdo piensa llegar y para qué?", se preguntó enojado Oriol Pujol, sobre la resolución que los tres partidos de izquierda y CiU piensan suscribir para su aprobación parlamentaria mañana y ante los reiterados llamamientos a la unidad que lanzó Montilla desde la tribuna.

Para los convergentes, el principal déficit de este Gobierno es la "incapacidad" de su presidente para agrupar los departamentos en torno a un proyecto y un modelo de país "del cual carece Montilla". De ahí que Oriol Pujol afeara al líder socialista su falta de autocrítica para admitir la "nefasta" gestión de la sequía y de la construcción de la línea 9 del metro.

Los populares, fieles a las consignas que la dirección nacional transmite verticalmente, se esforzaron en recriminar a José Montilla su falta de respuestas para afrontar la crisis. "No hemos encontrado ni una sola medida, sólo un repaso a la obra de gobierno", se quejó públicamente. Y lamentó que el presidente se dedicara a reclamar "más esfuerzos a los ciudadanos".

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A José Domingo, portavoz de la formación antinacionalista catalana Ciutadans, el discurso le pareció lleno de "autocomplacencia y poco novedoso". Domingo, al igual que Mejías, lamentó que el presidente se dedicara a "abroncar" a los catalanes como hacía, dijeron, Jordi Pujol.

La coincidencia de planteamientos de la oposición tuvo su correspondencia entre los partidos del Gobierno. El Partit dels Socialistes, Esquerra Republicana e Iniciativa aplaudieron el "realismo" del discurso del presidente de la Generalitat y, con ciertos matices, la "firmeza" que dijo que mantendrá ante las negociaciones sobre la financiación. Así, la republicana Anna Simó invitó a Montilla a "incomodar a quien sea para conseguir" los objetivos marcados. A la socialista Manuela de Madre le gustó especialmente la "parte épica, apelando a las responsabilidades individuales". El ecosocialista Jaume Bosch alertó de que hoy su partido exigirá más políticas de izquierda y ecologistas.

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