Lluvias torrenciales en Ceuta derriban parte de la valla fronteriza

La lluvia torrencial que cayó de nuevo en la madrugada y la mañana de ayer sobre Ceuta, y que elevó a 450 litros por metro cuadrado la cantidad de agua caída en dos días, provocó la caída de unos 180 metros de la valla fronteriza, en el lado marroquí. La tromba de agua impidió durante horas la circulación por las carreteras; obligó por segundo día a suspender las clases, inundó el mercado central e incluso el tanatorio, y provocó que unas 80 personas dejaran sus viviendas y tuvieran que pasar la noche en un polideportivo. Las inundaciones afectaron también a garajes, tiendas y polígonos industriales próximos a la frontera con Marruecos.

Según el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología, Ángel Rivera, las precipitaciones que cayeron sobre la ciudad autónoma son las más abundantes desde que existen registros: "Entre las seis de la mañana del domingo y las seis de la mañana de hoy [por ayer] han caído 188,5 litros por metro cuadrado. El anterior récord, con 137,5 litros, es de noviembre de 1942".

A medida que transcurrió la jornada, el dispositivo para achicar agua y limpiar las calzadas facilitó que se restableciera la circulación por carretera. Tras ser activado el nivel de alerta 2, fueron movilizados 126 efectivos de la Unidad Militar de Emergencia con base en Morón de la Frontera para ayudar en las tareas más urgentes. Sin embargo, los soldados no pudieron llegar a la ciudad hasta las cuatro de la tarde. Al mediodía, el transporte marítimo con Algeciras quedó restablecido, tras la suspensión de los primeros servicios del día y buena parte de los del domingo anterior.

Una de las zonas más afectadas de la ciudad fue la de Miramar-Chorrillo, donde 39 personas decidieron abandonar sus viviendas, inundadas. Nim, de 15 años, relató con aspecto agotado las dos noches que había pasado, junto a otros miembros de su familia y al igual que otros vecinos, achicando agua y viendo cómo el agua lo arrasaba todo.

En otra zona de la ciudad, Jolud Mohamed, de 23 años, contaba que se había hundido el techo de la cocina de su vivienda. Con su hijo de un año en brazos, aseguraba que se sentía muy nerviosa, y recordaba que a sus padres les había sucedió lo mismo durante otra tormenta, hace ocho años.

En Melilla, el rápido crecimiento del caudal del río Oro hizo que las aguas arrastraran hasta la playa toneladas de basura. "En esta zona colindante de Marruecos no existe vertedero controlado de basuras, ni planta incineradora. Por lo tanto, la basura se tira a los cauces secos", dijo el presidente de la ciudad, Juan José Imbroda. La rotura de una presa artificial formada por esa basura y barro provocó la riada, que arrastró a la playa seis coches, uno de ellos un todoterreno de la Guardia Civil, cuyos ocupantes tuvieron que saltar para no quedar atrapados.

Alerta en Ceuta, Melilla, Cádiz y Málaga por las lluvias torrenciales