La extrema derecha resurge en Austria
Los partidos populistas de Haider y Strache suman cerca del 30% de los votos - Democristianos y socialdemócratas se hunden tras el fracaso de su gran coalición
La ultraderecha logró ayer en Austria los mejores resultados desde la Segunda Guerra Mundial al alcanzar casi el 30% de apoyo en las elecciones legislativas. Los dos partidos que compiten en esa franja del espectro político -el Partido Liberal (FPÖ) de Heinz-Christian Strache y la Unión por el Futuro (BZÖ) de Jörg Haider- recibieron el 18% y el 11% de los votos, respectivamente, y dejaron en mínimos históricos a socialdemócratas (SPÖ) y democristianos (ÖVP).
La derecha radical cosechó así el voto de protesta tras el fracaso de la gran coalición de SPÖ y ÖVP, que sólo ha logrado gobernar dos años, y logra más apoyo que en 1999, cuando Haider asustó a Europa al llegar al Gobierno tras lograr el 27% de votos.
La formación de un nuevo Gobierno en Viena será un rompecabezas
Los dos mayores partidos, pese a mantener el primer y segundo puesto, se hundieron en las urnas. Los socialdemócratas, con Werner Faymann de candidato, lograron el 29,7% de votos, cinco puntos y medio menos que en 2006. Los populares, por su parte, bajaron hasta el 25,6%, casi nueve puntos menos que hace dos años. Estos resultados pueden variar ligeramente con el recuento de los votos por correo el 6 de octubre.
"La coalición rojinegra ha tenido dos años para demostrar de qué es capaz y no consiguió más que una parálisis", dijo Haider. "Haré todo por impedir una gran coalición", añadió. Con esta actitud ha resucitado de las cenizas el populista que hace casi un decenio escandalizó a Europa al Gobernar en alianza con el ÖVP, para luego desplomarse por rencillas internas de sus correligionarios. Su Partido Liberal (FPÖ) se desmoronó, se fragmentó, y Haider fue sustituido por Hans-Christian Strache, que parece una copia de él, más joven e incluso más radical en sus provocaciones xenófobas y antisemitas.
Haider, expulsado por los suyos, formó en 2005 el BZÖ y se refugió en su feudo, el Estado de Carintia, donde se mantiene como jefe del Gobierno regional. En las pasadas legislativas, en 2006, estuvo a punto de no alcanzar el mínimo del 4% para ingresar al Parlamento. Ayer se daba por satisfecho al triplicar su apoyo pese a que su contrincante, Strache, es ahora la figura emergente de la ultraderecha.
BZÖ y FPÖ no tienen apenas diferencias en sus programas, pero una asociación entre ellas parece improbable por el odio que se profesan ambos líderes.
La formación de un nuevo Gobierno será un rompecabezas. Faymann recibirá del presidente de la República, Heinz Fischer, el encargo de formar Gobierno. Los socialdemócratas rechazan categóricamente una coalición con Haider y Strache. También queda descartado, por razones aritméticas, el Partido Verde, que con el 9,79% de votos no suma con el SPÖ la mayoría necesaria.
La solución pasaría, una vez más, por pactar con los democristianos del Partido Popular, aunque han sido precisamente los problemas de la gran coalición los que han disparado el apoyo a los ultras.
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