Si estornuda, tápese con el brazo

Cuando vea que llega el estornudo, tápese la nariz con el brazo y procure que su estornudo se dirija hacia su pecho o axila. Será la mejor manera de evitar que el virus de la gripe se transmita. Es una de las recomendaciones que los expertos hacen desde hace tiempo y que el Ministerio de Sanidad proyecta incorporar como nuevo elemento en el lanzamiento de la nueva campaña de vacunación contra la gripe, que arranca el próximo miércoles, 1 de octubre. La nueva temporada vendrá marcada por la inclusión de tres nuevas cepas en la vacuna de la gripe.

Las manos son un gran vehículo para el virus de la gripe, dicen los expertos

Hace 20 años que no se producía un cambio simultáneo de tres nuevas cepas. Se solían cambiar una o dos. José Luis Viejo, miembro del Grupo de Estudio de la Gripe, se apresura a explicar que hay nuevas cepas, pero pertenecen a los mismos grupos que las vacunas de años anteriores; es decir, que el cambio no es tan significativo. "O sea, que vamos a estar protegidos por las vacunas de años anteriores", añade. Las nuevas cepas son la A/Brisbane/59/2007 (H1N1); la A/Brisbane/10/2007 (H3N2), y la B/Florida/4/2006. Las dos primeras proceden de Australia y la tercera, de Estados Unidos. Las vacunas se preparan con las cepas que se hallan en el hemisferio opuesto, según explica la doctora Inmaculada Alfageme, Presidenta de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Separ.

Las manos son un gran vehículo para el virus de la gripe. Es el motivo por el cual desde el Ministerio de Sanidad siempre se ha insistido en que se laven frecuentemente, y más después de haber estornudado. Se insiste en que es fundamental taparse la boca al toser o estornudar; usar, a ser posible, pañuelos desechables; y no reutilizarlos. Además, este año se planea recomendar que el estornudo se amortigüe con el brazo, para que las gotas de pflüger no se expandan por el aire.

El pasado 2 de agosto, la prestigiosa revista The Lancet publicó un estudio del Group Health Center for Health Studies de Seattle que cuestiona la eficacia de la vacuna en personas de más de setenta años. En conversación telefónica, la coautora del estudio, Lisa Jackson, confirma que es fundamental que la gente se siga vacunando. E invita a que se siga investigando para mejorarla. ¿Una de las líneas posibles?: "Aumentar la dosis en los más mayores para que la respuesta sea mayor". Ildefonso Hernández, director general de Salud Pública, se muestra tajante: "La tasa de incidencia de la gripe en los grupos a los que se recomienda la vacuna ha sido bajísima". E insiste en que es fundamental vacunarse.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud anima cada año a aumentar la base social de los vacunados. Ya recomienda que la gente se vacune a partir de los 50 años. Cuanta más gente lo hace, mayor es la capacidad de respuesta de la sociedad ante una epidemia.

La temporada pasada se pusieron nueve millones de dosis en España, que todos los años se coloca entre los cinco países europeos en tasas de vacunación. Se vacunaron el 62,3% de los mayores de 65 años: de una población de 7.511.552, recibieron la inyección 4.683.459. Una tasa inferior a la del 70,1% que se registró en 2005-2006, el año de la gripe aviar.