Dimon se sale con la suya
El jefe de JPMorgan consigue la mejores partes de Washington Mutual
Parece que Jamie Dimon lo ha vuelto a hacer. El jefe de JPMorgan esperó hasta el momento oportuno después de recuperar Bear Stearns en marzo, dejando que el Gobierno rescatase -o no- instituciones financieras en apuros.
Su paciencia se ha visto recompensada. Sólo unas décimas de segundo después de que
Washington Mutual, la mayor caja de ahorros y préstamos de Estados Unidos fuera declarada en suspensión de pagos por su regulador, la Oficina General de Control de las Cajas de Ahorros, JP Morgan escarbaba entre los restos. Dimon se queda con los depositantes, los activos y la mayoría de las sucursales. Pero dejará colgados a los accionistas (incluido TPG, el grupo de capital riesgo) junto con los poseedores de deudas prioritarias no garantizadas, subordinadas y privilegiadas. Así es como deben ser los rescates bancarios.
Al igual que el de Bear, este acuerdo implica un gran riesgo. Más de la mitad de los 200.000 millones de euros de los activos son créditos hipotecarios, incluyendo 35.000 millones de euros de lo peor de lo peor: los créditos hipotecarios con opción a tipos de interés variable. Pero Dimon y sus ejecutivos han tenido más tiempo para estudiar minuciosamente los libros que los dos días aproximadamente que tuvieron para Bear. Y parece que el acuerdo que han diseñado deja a JP Morgan con un sólido balance.
El banco con sede en Nueva York espera que el acuerdo eleve su índice de capital Tier 1 para este cuarto al 8,3%, por encima del 6% que los reguladores consideraban bien capitalizado. Y eso después de amortizar 20.000 millones de euros del libro de préstamos de WaMu, como requieren las normas de contabilidad de fusión de valor equitativo.
JPMorgan está inyectando 5.500 millones de euros de nuevo capital ordinario para mantener el capital a ese nivel tan elevado. Pero la empresa de Dimon, habiendo esquivado lo peor de la crisis, no debería tener problemas para recaudar el dinero desde su posición de fuerza. Y los 1.000 millones de euros de ahorro aproximado de costes gracias al acuerdo WaMu deberían ser aliciente suficiente para los inversores: una vez gravados, descontados y capitalizados, deberían valer más de 6.000 millones de euros para los accionistas.
También hay otros colchones en caso de que el clima económico empeore. Al amortizar las hipotecas de WaMu, JPMorgan está asumiendo que los precios de la vivienda caerán de media otro 10% en todo el país. Si se duplicase esa cifra, la empresa de Dimon podría tener que enfrentarse a otros 12.000 millones de euros en pérdidas. Pero eso estaría cubierto en gran parte por 8.000 millones de euros en capital generado después de impuestos de la franquicia de WaMu.
Un escenario como éste podría reducir la rentabilidad del grupo combinado. Pero permitiría a JPMorgan mantener la fortaleza de su cuenta de resultados. Y justo ahora, eso es una rareza que ansían por igual accionistas y reguladores. -
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