El fantasma de Kim Novak

Al hotel Empire de San Francisco, ahora el York, le han vuelto a cambiar el nombre. A partir de noviembre será oficialmente el hotel Vertigo. Hace 50 años, Hitchcock lo escogió por su señal de neón para rodar una escena emblemática de Vértigo (titulada en España De entre los muertos): Madeleine, rubia y resucitada, saliendo del baño. Según le contó a François Truffaut para el libro El cine según Hitchcock, la luz verde que entraba por la ventana de la habitación 501 ayudaba a conjurar el fantasma sobre el perfil de Kim Novak. Hoy se puede reservar la 501, pero el neón ha desaparecido.

Vértigo es una nostálgica carta de amor a la ciudad que Hitchcock consideró su segundo hogar (tenía un rancho cerca de Santa Cruz) y a la que llamaba "el París de América". Igual que el detective Scottie (James Stewart) persigue a la fantasmal Madeleine (Kim Novak), el viajero puede recorrer una ciudad que recuerda a otra ciudad que recuerda a otra ciudad. Un viaje concéntrico que cruza Union Square, el Palace of Fine Arts, la torre Coit, que en inglés no se presta al chiste, pero que Hitchcock escogió como símbolo fálico.

En el documental Sans Soleil (1983), el cineasta Chris Marker homenajea la película de Hitch con un peregrinaje melancólico por sus localizaciones. Algunas han desaparecido, como el victoriano hotel McKittrick, donde Madeleine se desvanece (ahora, un patio de colegio); pero muchas otras sobreviven. "Hitchcock no había inventado nada", dice Marker; "todo estaba allí".

"Hitchcock convirtió la ciudad en un personaje más, con sus propios conflictos, contradicciones y misterios", explica Aaron Leventhal, coautor de Footsteps in the fog, una guía de las localizaciones hitchcockianas en la bahía de San Francisco. "La belleza de la ciudad era un contrapunto a la torturada vida de sus personajes", dice.

Cuando la película se estrenó en el Stage Door Theatre, no tuvo éxito ni buenas críticas. Pero, por más que le pese a Hitchcock, y a Vértigo, a veces, el pasado se supera. La sala de cine es ahora el Ruby Sky Nightclub (420, Mason St.), y el tiempo ha convertido el filme en una obra maestra. Éstas son sus escenas más míticas.

La huella de Madeleine

"Los cuadros de las habitaciones se inspiran en la espiral de Saul Bass y

la película está disponible para los clientes las 24 horas". Yvonne Lembi-Detert, directora del nuevo hotel Vertigo, explica cómo piensa capitalizar el pasado cinematográfico de su negocio. "Siempre han venido fans de Vértigo; ahora vendrán mucho más". Bajo el inquietante lema El equilibrio está sobrevalorado, el hotel ofrece alojamiento en el chic Nob Hill, donde también se pueden visitar el piso de Madeleine (The Brocklebank Apartments, 100 Mason St.) y el hotel Fairmont (950, Mason St.), donde se alojaron Hitchcock y su equipo durante el rodaje. Si el viajero no sufre el mal de altura, es imprescindible tomar una copa en el piso 19 del hotel Intercontinental Mark Hopkins (999, California St.), que aparece mencionado en la película. "No puedo ir al Top of the Mark", dice el acrofóbico Scottie, "pero hay muchos bares a pie de calle en la ciudad".

» Hotel Vertigo: 940, Sutter St.; www.hotelvertigosf.com y www.yorkhotel.com; 001 41 58 85 68 00; la doble sale a partir de 95 euros.

La tumba de Carlotta

Mission Dolores habita el homónino barrio latino, plagado de animados bares y tiendas para hipsters (modernillos). Entre tanta modernidad, la misión, fundada en 1776, es el edificio más antiguo de San Francisco y celebra por todo lo alto la Virgen de Guadalupe y las fiestas de Quinceañeras. En su cementerio (el único dentro de los límites de la ciudad) pervivió durante años la lápida de Carlotta Valdés (el fantasma que posee a Madeleine). La parroquia decidió retirar la pieza de atrezo por respeto a los muertos, que incluyen personalidades del XIX como el primer gobernador de California. "Sería raro tener un hito hollywoodiense en un cementerio", dice Andrew Galvan, comisario de la misión.

» Mission Dolores: 3321 16th St.; www.missiondolores.org).

La torre del crimen

Entre sueños, Madeleine recuerda que Carlotta se crió en una misión "en algún lugar de España". Pero San Juan Bautista está a 90 millas al sur de San Francisco. Situada sobre la falla de San Andrés, se llega por la 101, la misma carretera escoltada de eucaliptos por la que conducen Scottie y Madeleine en su viaje fatal. San Juan Bautista es la iglesia más grande de California; en sus predios hay un establo, un hotel y dos mansiones del siglo XIX. Lo que no hay es la famosa torre, clave en la película. Derribada a principios de los cincuenta, a Hitchcock no le quedó más remedio que pintarla en posproducción.

» Old Mission San Juan Bautista: 406 2nd St., San Juan Bautista; www.oldmissionsjb.org).

El cuadro misterioso

En la película, Madeleine pasa horas en un museo, pasmada ante el retrato de Carlotta. En el Palacio de la Legión de Honor, Kim Novak posó estática durante una semana para rodar la escena, hasta que la luz fue perfecta. "No cerramos el museo y nos preocupaba que la gente tropezase con los cables", recuerda un ex comisario en un panfleto sobre el 50º aniversario del filme. "Estaban más pendientes del rodaje que de los cuadros". Por fuera, el museo ha cambiado (ahora luce una pirámide de cristal en el patio), pero dentro, la galería 6 sigue prácticamente igual, salvo por el cuadro de Carlotta, que desapareció tras el rodaje. Sí se puede ver, sin embargo, la joya del museo: El pensador de Rodin.

» Legion of Honor: Lincoln Park; www.famsf.org.

El paseo y el beso

"Aquí he nacido y aquí he muerto, para el árbol sólo fueron momentos...". La secuencia en la que Madeleine señala con el dedo la cortísima distancia que marca una vida en los anillos de una secuoya tiene trampa. El árbol es una réplica del Muir Woods National Monument (que existe; está a unos veinte kilómetros al norte del Golden Gate). Sin embargo, el bosque en el que se rodó el paseo es el Big Basin Redwoods, 100 kilómetros al sur de San Francisco. En la película, el paseo termina con un apasionado beso frente al mar. La playa es el maravilloso Cypress Point, uno de los miradores de la 17 Mile Drive (cerca de Pebble Beach, 200 kilómetros al sur de San Francisco), donde después paseó otro icono rubio, Sharon Stone, en Instinto básico.

» Big Basin: www.bigbasin.org. » Muir Woods: www.nps.gov/ muwo.

» Pebble Beach: www.pebblebeach.com.

Las flores y los libros

"Con un poquito de imaginación y algo de trabajo detectivesco, se pueden encontrar las localizaciones más ocultas", dice Aaron Leventhal, quien explica en su libro que la fílmica librería Argosy (en la que Scottie investiga el pasado de la ciudad) recreó en un estudio la Argonaut Bookstore (786, Sutter St.), aún en activo, regentada por Robert Haines jr., nieto del propietario original en el que Hitchcock basó el personaje de Pop Liebel, el documentado librero.

El viajero avispado también puede hallar, tal cual aparece en el filme, Claude Lane, el callejón por el que Kim Novak accede a la preciosa floristería Podesta Baldocchi. El local original, en Grant Avenue, es ahora un anodino comercio, pero la casa, abierta en 1871, sigue en activo al oeste de la ciudad. En su nueva ubicación, 401, Harriet St., conserva fotos del rodaje. "Incluso tenemos los libros de visita de los cincuenta y nos encanta compartir viejas historias", dice su propietario, Marc Rovetti.

En Jackson Square, los turistas detectives podrán reconocer el restaurante Ernie's (847, Montgomery St.), donde Scottie y Madeleine se ven por primera vez. Durante 50 años, el mítico comedor (uno de los favoritos de Hitch) ocupó los bajos de este edificio de 1911, hoy remodelado en lujosos apartamentos. En el 900 de Lombard St., bajo el sinuoso tramo conocido como crookedest street -la calle más retorcida, con ocho curvas de horquilla y miles de turistas haciendo fotos-, está el apartamento de Scottie. Hitchcock lo escogió por su puerta roja. Ahora es blanca, pero el timbre y el buzón permanecen igual que en la película.

El puente de la obsesión

Para rodar el primer intento de suicidio de Madeleine, Hitchcock obligó a Kim Novak a lanzarse una y otra vez desde Fort Point, bajo el Golden Gate, a las frías aguas de la bahía. Luego escogió una de las primeras tomas. Los genios suelen tener un extraño sentido del humor. Desde Fort Point, la vista del puente es espectacular. Según Aaron Leventhal, la mejor manera de viajar a Vértigo es conducir, como Scottie en la película, por la carretera The Presidio: "En el camino ves gente haciendo pic-nic; otros corren o van a los museos; hay surferos, turistas y locales, paseantes y conductores... Una mezcla de la gente que vive y visita la ciudad haciéndola contradictoria y fascinante, intrigante y misteriosa: la razón por la que Hitchcock la escogió para rodar su obra maestra".

» Fort Point: www.nps.gov/fopo.

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