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Touriño y Álvarez improvisan una reunión para escenificar su sintonía

La inversión del Estado en Galicia estará "ligeramente por encima" del 8%

Fue a última hora de la tarde y fuera del programa previsto. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se reunió durante media hora con el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, tras la clausura del 12º Congreso Nacional de Empresarios del Transporte de Mercancías. Los dos dirigentes improvisaron su encuentro en el Hotel Puerta del Camino -al lado del Palacio de Congresos de Santiago, donde se celebraba la convención de empresarios- después de pasar todo el día separados. La reunión, que no figuraba en el programa público de ninguno de los dos políticos, acallaba la insistencia de los periodistas que, por la mañana, interrogaron sin éxito a la ministra por su relación con Touriño. Fuentes del Gobierno central aseguran que tenían previsto comer juntos, pero la cita se tuvo que suspender debido al retraso de la ministra, cuyo avión salió de Madrid más tarde de lo previsto.

Álvarez asistió ayer a la presentación del buque María Pita en Vigo, donde unas horas antes Touriño presidió la apertura del curso académico 2008-2009 en las universidades gallegas. Fue la conselleira de Pesca, Carmen Gallego, quien acompañó a la ministra en el acto de presentación. Según el programa, Álvarez debía clausurar por la tarde el congreso de empresarios sin la compañía de ningún miembro del Gobierno gallego. La Xunta aseguró que Touriño no tenía agenda pública. A la entrada del Palacio de Congresos y minutos antes de la improvisada reunión con el jefe del Gobierno gallego, la ministra de Fomento aseguró que las relaciones de su departamento con la Xunta "en todos los sentidos van perfectamente" y que "no hay ningún problema" con el bipartito. "Estamos trabajando con regularidad. Cualquier cuestión puntual que surja, como tenemos contactos habituales, la solucionamos", añadió.

A la salida del recinto, Touriño esperaba a la titular de Fomento a la puerta del Hotel Puerta del Camino. Tras reunirse con Álvarez, el presidente explicó que la ministra le había trasladado que "todos y cada uno de los objetivos y prioridades" de Galicia en materia de infraestructuras han sido incluidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2009.

Touriño destacó que el porcentaje de inversión territorializada en infraestructuras del Estado que recibirá la comunidad el próximo año estará "ligeramente por encima" del objetivo marcado del 8%. El Ministerio de Fomento destinará 600 millones de euros para el AVE, como había avanzado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Álvarez repitió que la prioridad en las obras de la alta velocidad ferroviaria es el Eje Atlántico y la conexión con la Meseta, "para después sacar todos los ramales", explicó a pesar de no comprometer ningún plazo para la puesta en marcha de estas infraestructuras. "Fecha no doy ninguna ya, nunca jamás", bromeó. Álvarez tampoco avanzó nada sobre el acuerdo de Fomento con Audasa, la empresa propiedad de Sacyr y titular de la concesión de la AP-9. Salió del paso con un vago "estamos trabajando en la ampliación de la Autopista del Atlántico".

El presidente de la Xunta aclaró que el breve encuentro que mantuvo con la ministra no fue "una reunión con lápiz y papel", sino "una entrevista general donde la preocupación fundamental era conocer de primera mano cómo habían quedado los presupuestos". "Cuando los presente el ministro de Economía, Pedro Solbes", siguió Touriño, se comprobará que "Galicia puede sentirse segura con los presupuestos de Fomento y del Gobierno".

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El próximo encuentro entre Álvarez y el presidente de la Xunta está previsto para octubre, en la primera reunión de la comisión de seguimiento para los plazos del AVE.

"Imposible rescatar lo que el PP dio a amigos"

Aunque le gustaría, la Xunta no se puede permitir levantar las barreras de la AP-9 y rescatar la propiedad pública de la infraestructura ahora que la titular de la concesión, Sacyr, está negociando su venta. La conselleira de Política Territorial, María José Caride, admitió ayer que el coste hace inviable su recuperación por el Gobierno gallego. "Ese tema es inabordable porque alguien decidió que pagar hasta 2023 era poco, la amplió hasta 2048 y después decidió que ese negocio que ganaba dinero no estuviese en manos públicas porque era mejor que hicieran caja sus amigos de la iniciativa privada".

En su primera comparecencia como secretaria de Economía y Territorio de la Ejecutiva del PSdeG, Caride arremetió con dureza contra la gestión de los últimos gobiernos del PP en la Xunta y Madrid.

Recordó las promesas de Mariano Rajoy, en su etapa de vicepresidente de Aznar, de liberar de peaje la autopista con el aplauso del entonces responsable de Obras Públicas de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. Caride lamentó que el Ejecutivo del PP no hubiera impuesto una claúsula de garantía de servicio para que las obras de ampliación de la infraestructura corrieran a cuenta de la empresa concesionaria.

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