La importancia vital del H2O
El Museo del Agua de Sobrón recupera la vinculación del enclave alavés con el líquido elemento y reflexiona didácticamente sobre su necesidad
Con la inauguración del Museo del Agua, Sobrón se reconcilió ayer con el líquido elemento que ha marcado su historia. Este enclave, surcado desde tiempo inmemorial por el río Ebro, y situado en el extremo suroccidental de Álava, ha sido referente por las propiedades curativas de sus manantiales.
En su subsuelo se encuentra un histórico acuífero de aguas medicinales. No en vano, el venero alimentó durante años el balneario levantado en este lugar fronterizo, y su agua embotellada alcanzó el título de proveedor de la Casa Real. Con esos precedentes nadie duda ya de la bondad de sus propiedades, sobre todo, para trastornos digestivos.
Pero ya no son tiempos para balnearios y sí para centros temáticos, como bien refleja el diálogo entre el abandono del proyecto de un nuevo establecimiento termal y la flamante sede del Museo del Agua.
El centro va a ser un referente turístico de Salinas de Añana
La primera sorpresa que se encuentra el visitante es que es recibido con un acuífero medicinal que recorre el subsuelo del museo y sobre el que pasean por una superficie acristalada. Un detalle local para lo que es una reflexión universal sobre la historia y la importancia del agua en la actualidad.
El centro se ha establecido también como referente turístico de la comarca de Salinas de Añana, principal impulsora de una iniciativa que ha contado con el apoyo de la Diputación de Álava y el Gobierno vasco.
El museo de Sobrón se presenta como un proyecto pionero, gracias al uso de las modernas tecnologías y de simulaciones que hacen posible el aprendizaje y la diversión de forma simultánea. Aunque dirigido a todos los públicos, el proyecto nace marcado por una clara impronta didáctica.
El recorrido comienza en el apartado Agua viva, donde el visitante descubre los diferentes estados del H2O, a partir de las sensaciones que sugiere cada uno de ellos. Después de haber disfrutado con el vapor, el hielo y el líquido elemento, se pasa al espacio en el que el visitante descubre las relaciones entre el agua y la vida. Tal y como reflejan los paneles, en el principio fue el agua y de ahí surgieron las diferentes formas de existencia. Las mismas que ahora están en peligro por la escasez o ausencia del líquido vital.
Así se recoge en la sección dedicada al Medio Ambiente, que incide en la reivindicación de los modelos de desarrollo sostenible y las prácticas orientadas a ahorrar y reducir su consumo. Al final de este espacio, el visitante tiene la oportunidad de cruzar un túnel para sentir el ciclo del agua.
En Sobrón, tampoco podían faltar las referencias a la relación del agua con las distintas religiones. El recorrido concluye con una reflexión sobre su importancia para la supervivencia cotidiana de la Tierra, reflexión que proporciona al visitante en una sala ambientada como el interior de una gran cabeza humana, donde se proyectan imágenes al respecto.
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