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Siete de cada diez países suspenden en corrupción

Los escándalos urbanísticos deterioran la posición de España

Oriol Güell

Siete de cada diez países suspenden si se valora la honestidad de sus funcionarios y políticos, y la tendencia es que la corrupción va a peor en Estados como Reino Unido o Noruega, donde la transparencia de las administraciones se da por supuesta. Ésta es la conclusión del último informe de la organización Transparencia Internacional sobre el Índice de Percepción de la Corrupción, basado en entrevistas a expertos y empresarios de 180 países. "La corrupción a escala mundial no mejora, empeora. Es desalentador que incluso los países occidentales no puedan atajarla", confesó ayer Antonio Garrigues Walker en la presentación del estudio en la Fundación Ortega y Gasset.

Entre los primeros 12 puestos de la lista de países menos corruptos -los únicos que superan el 8 en una escala de 0 a 10- hay ocho europeos y Australia, Nueva Zelanda, Singapur y la región de Hong Kong. El primer puesto lo comparten Dinamarca, Suecia y Nueva Zelanda, con una nota del 9,3. Entre las grandes economías, Alemania ocupa el lugar 14 (con un 7,9); Reino Unido el 16 (7,7); EE UU y Japón comparten el 18 (7,3) y Francia el 23 (6,9). España logra un aprobado (6,5), aunque tampoco va por la buena senda, según el presidente español de Transparencia Internacional, Jesús Lizcano. Éste destacó el descenso registrado desde 2004, cuando la nota obtenida fue del 7,1, por al aumento de los escándalos urbanísticos. España se sitúa detrás de Uruguay y Chile, pero a la cabeza en el sur de Europa. Destaca la situación de Italia y Grecia, que con un 4,8 y un 4,7, respectivamente, están por debajo del aprobado.

Más información
Informe completo de Transparency

Transparencia Internacional constata la relación directa entre corrupción y subdesarrollo. Los últimos lugares de la lista los ocupan Estados fallidos como Somalia, Irak, Afganistán o Haití, y dictaduras como Myanmar (antigua Birmania). La corrupción en los países más pobres es un "desastre humanitario continuo", cuyo coste se estima en 35.000 millones de euros, la mitad de la ayuda al desarrollo, según la organización.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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