Pasajes se inspira en las medidas ambientales del puerto de Helsinki

Pasajes ha tomado el nuevo puerto de Vuosaari, en Helsinki (Finlandia), como ejemplo de "competitividad" y "respeto al medio ambiente". El modelo finlandés viene a demostrar, según la Autoridad Portuaria guipuzcoana (APP), que es posible construir una dársena exterior de última generación tecnológica en un espacio de especial protección natural. Lo que sus impulsores denominan como "ecopuerto", los grupos verdes prefieren hablar de "propaganda falsa" y "manipulación" por su "elevado impacto ambiental".

Representantes del puerto de Helsinki, que será inaugurado el próximo mes de noviembre, presentaron ayer en Pasaia esta infraestructura como un paradigma de cumplimiento de la normativa medioambiental. Los responsables del puerto guipuzcoano sostienen que la dársena de Vuosaari guarda muchas similitudes con los muelles que se proyectan a mar abierto en Pasajes. Aquél ocupa 150 hectáreas, de las que 90 se han ganado al mar, y tiene una capacidad de carga de 15 a 20 barcos. Su construcción comenzó en 2003 y ha requerido una inversión de 687 millones de euros. Está previsto que mueva nueve millones de toneladas de mercancías, una cifra similar al de Pasajes en su inicio, previsto para 2020.

El puerto finlandés ha tardado cinco años en construirse y costará 687 millones

Así como el futuro puerto pasaitarra afectará directamente al monte Jaizkibel, de alto valor ambiental, el finlandés también se encuentra muy próximo a un área de la Red Natura 2000, aunque sus responsables aseguraron que ha sido ejecutado de la forma menos traumática con la naturaleza de la zona. En ambos casos es necesaria la construcción de túneles de acceso al puerto. Ambas experiencias se asemejan también en que permiten liberar una "zona urbanística decadente".

Los responsables del puerto finlandés afirmaron que una de las claves de su éxito fue el "diálogo social con la población" para hacer frente a las críticas de los grupos ecologistas.

La plataforma Jaizkibel Bizirik aseguró en un comunicado que Vuosaari y Pasajes no guardan ningún parecido y criticó el modelo finlandés por distinguirse en "reprimir la contestación social y la oposición de los ecologistas". Este colectivo considera que Helsinki es un ejemplo de "cómo burlar a las autoridades ambientales" de aquel país y "presionar a la Comisión Europea".