La 'eurorregión' arranca con 97 millones de presupuesto para cuatro años

Galicia y el Norte de Portugal están desde ayer un poco más cerca. En la octava reunión de la comunidad de trabajo de la eurorregión, el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y el de la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Norte de Portugal, Carlos Lage, solemnizaron el nacimiento de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial, un nuevo organismo basado en el ordenamiento legal de la Unión Europea, que pretende diluir las fronteras administrativas entre ambos países y ejercer de motor económico y tecnológico en esta area geográfica. Es la tercera eurorregión con reconocimiento legal en la UE y la primera de la Península Ibérica.

El nuevo instrumento de cooperación -con autonomía jurídica propia- permite a las dos comunidades poner en marcha proyectos conjuntos "beneficiosos para la zona" y superar las dificultades derivadas de la naturaleza centralizada del Estado portugués. Con sede en el antiguo rectorado de la calle Areal de Vigo, el nuevo organismo contará con un presupuesto de 97 millones de euros para cuatro años con el propósito de financiar proyectos transfronterizos en el campo de la innovación, los transportes, la investigación universitaria y el medioambiente.

A la espera de que la entidad se dote de personal y arranque el engranaje administrativo, 200 programas conjuntos a uno y otro lado de la frontera aguardan la financiación que aporta Bruselas.

A partir de ahora, corresponde a otra oficina, el Secretariado Técnico de Cooperación Transfronteriza, ubicada en Badajoz, realizar a finales de octubre una primera criba para seleccionar los programas que sí recibirán fondos comunitarios.

Pero la institución creada ayer en Santiago no se limitará a repartir el dinero de la Unión Europea. De hecho, según sus impulsores, la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Galicia-Norte de Portugal tiene entre sus objetivos amortiguar en la eurorregión las consecuencias del fin de las subvenciones estructurales de Bruselas y profundizar en la colaboración bilateral. La idea es que cuando dejen de llegar las ayudas comunitarias, ambos países canalicen sus inversiones a través de esta nueva herramienta.

Fuentes de la Xunta admitieron ayer que "aunque el momento no es el más adecuado por la crisis económica", los Ejecutivos de Lisboa y Santiago pretenden apostar ya por esta vía en los próximos años. A ello los animó el representante de la Comisión Europea en el acto, Eusebio Murillo, quien abogó por que Galicia y el Norte de Portugal "sean ambiciosos" en los proyectos de cooperación y no se limiten a las iniciativas financiadas por la UE. El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, y máximo responsable hasta ayer del grupo de la Comunidad de Trabajo Galicia-Norte de Portugal, recogió el guante y avanzó que Galicia será "pionera en la construcción europea con este modelo de segunda generación". El responsable de la región portuguesa, Carlos Lage, alabó la constitución de la AECT y pronosticó que esta figura de cooperación innovadora permitirá impulsar políticas de cooperación continuadas en el tiempo".

En el mismo sentido, se pronunció el secretario de Estado de Desarrollo Regional de Portugal, Rui Baleiras, al afirmar que la cooperación debe ir "más allá de los fondos comunitarios". Ante el representante de la UE, el dirigente luso mostró su preocupación por la decisión de las instituciones comunitarias de primar la población y no otras cuestiones como la dispersión en el reparto de las ayudas.

En el acto de constitución y aprobación de los estatutos de la AECT también estuvo presente la ministra de Administraciones Públicas, Elena Espinosa, quien manifestó el "apoyo entusiasta del Gobierno español a la iniciativa "que servirá de referencia en el futuro para otras comunidades similares".