Un híbrido con gancho

Uno de los productos de moda este año dentro del escaparate de la inversión en España son los fondepósitos. En 2005 entraron en vigor las modificaciones del reglamento de instituciones de inversión colectiva y se daba luz verde a los fondos para entrar en una serie de productos hasta entonces vedados entre los que se encontraban los depósitos. Desde entonces se han registrado en la CNMV más de una veintena de fondepósitos, aunque el verdadero boom ha llegado en 2008, año en el que se han lanzado casi la mitad de ellos.

"Es un producto cómodo, confortable y tranquilo. Ideal para una fase del mercado incierta como la actual", resume Marcelo Casadejús, director de markentig de Ahorro Corporación Financiera, la entidad líder en este tipo de fondos.

Su rentabilidad supera a la mayoría de monetarios y fondos de renta fija

Los fondepósitos son fondos que invierten la mayor parte de su cartera en depósitos bancarios a corto plazo. El resto se coloca en activos de renta fija o privada emitida en mercados autorizados. Con objeto de reducir el riesgo, la exposición a los activos de la entidad emisora no puede exceder el 20%.

Las rentabilidades de los fondepósitos no suelen superar los intereses que dan los mejores depósitos del mercado (aunque hay excepciones como el Banesto Fondepósitos, que a un año renta un 8,55%), pero sí ofrecen al partícipe intereses superiores a la mayoría de los fondos monetarios y de renta fija a corto plazo.

"Frente a los depósitos la ventaja de los fondos es que tienen un mejor tratamiento fiscal. No hay que tributar por el traspaso de un fondo a otro, lo que, además, permite mayor flexibilidad al inversor si cambia la tendencia del mercado", recuerda Casadejús. "Por su parte, frente a los fondos de inversión monetarios su ventaja es que las comisiones de gestión son menores. La comisión media en un monetario es del 0,8% sobre el patrimonio, mientras en los fondepósitos los gastos oscilan entre el 0,5% y el 0,6%", añade el experto de Ahorro Corporación.

De acuerdo con los datos que maneja la industria, los fondepósitos han captado en lo que va de año más de 3.000 millones de euros, lo que supone un caso único debido al mal momento que atraviesan las gestoras por el mal momento económico y bursátil y la fuerte competencia de los depósitos bancarios.