Los barceloneses se vuelcan con la película de Woody Allen
Desconcierto en algunas salas por recibir copias en catalán del filme
Era el estreno más esperado del año y la distribuidora de Vicky Cristina Barcelona había repartido entre las salas catalanas cerca de 60 copias (330 en toda España) de la película de Woody Allen para su puesta de largo. Había curiosidad entre los espectadores que hacían cola frente a las taquillas de los cines barceloneses por saber cómo el cineasta neoyorquino había retratado a Barcelona, por saber más sobre el triángulo amoroso Bardem-Cruz-Johansson, y los cines se llenaron más que cualquier otro viernes, a pesar de que la Mercè ya está en marcha.
El copropietario de Mediapro y productor de la cinta, Jaume Roures, anunció hace unos meses que la película de Woody Allen se podría ver únicamente en catalán o en versión original. Al fin, rectificó y se han repartido "46 o 47 en catalán", cinco en inglés y también cinco en castellano, como explicó en la emisora RAC 1 el propio Roures, que animó a los espectadores a hacer un "esfuerzo" y ver la versión catalana para "normalizar" el cine en este idioma.
Así lo debieron de pensar muchos barceloneses que desde las primeras sesiones llenaron cines como el Boliche, que la ofrecía en inglés y cuyos dos primeros pases (16.00 y 18.00) acogieron a 80 personas cada uno, cuando normalmente acuden unas 12. Lo mismo sucedió con las 315 butacas del Verdi y las dos salas del Floridablanca, que esperaban un lleno seguro para la noche.
El Aribau daba la película en castellano y la sesión de las 20.00 horas registró una cola que llegaba a la Gran Via. Al frente de ella estaban tres fans barcelonesas: Gloria, Marilú y Elena, que habían escogido la sala porque están acostumbradas a ver el cine en castellano y porque era la más cercana a su casa.
También se registró buena entrada en las salas que ofrecían la película en catalán, como el Palacio Balañá y el Maremàgnum. La inmensa mayoría de sus espectadores descubrían al llegar que la película estaba doblada al catalán. Y aunque hubo quien prefirió dar media vuelta o cambiar de sala, buena parte de los espectadores no tuvieron ningún problema en quedarse. Los cines de Diagonal Mar permitían ver la película en inglés o en catalán, y Glòries sólo en catalán, algo que sorprendió al encargado de la sala, que entendía que ésa no era una buena distribución, ya que no se ajusta a las preferencias de sus clientes habituales, informa Ferran Balsells. También mostró su sorpresa en ese sentido la encargada de los cines de Diagonal Mar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.