Los minibuses nuevos irán por el Fuencarral peatonal
La segunda línea de minibuses públicos previstos para recorrer el centro de Madrid (M2) discurre desde ayer entre la calle de Sevilla y Argüelles. Los pequeños autobuses, que circulan por el casco histórico, podrán entrar por el tramo de la calle de Fuencarral que el Ayuntamiento de Madrid planea hacer peatonal con una remodelación en 2009.
Los minibuses de color azul y blanco, conocidos como Gulliver, incluyen 25 plazas, 18 sentadas y 17 de pie. El interior dispone de una zona trazada para las sillas de ruedas y una rampa de acceso a discapacitados. Los viajes en la nueva línea, que funciona de ocho de la mañana a nueve de la noche, cuestan un euro igual que el resto. Los abonos de transporte público son válidos para este sistema.
El nuevo recorrido de los Gulliver se suma al que empezó a operar en febrero entre la plaza de Embajadores y la glorieta de Sevilla. El tamaño reducido de los vehículos, cinco metros de largo por tres de ancho, le permite adentrarse en barrios de difícil acceso, como Malasaña o Conde Duque, tomar curvas impensables para un autobús normal o meterse en túneles vetados al transporte público anterior, como el de Jacinto Benavente.
La velocidad máxima que pueden alcanzar estos vehículos reducidos son 30 kilómetros por hora. El nuevo itinerario parte de la parada situada en la intersección de la calle de Alcalá con Sevilla. Después enlaza la Puerta del Sol, se adentra por Gran Vía, recorre Fuencarral y también los bulevares, según una nota del Ayuntamiento de Madrid. Estos autobuses funcionan con un motor de baterías eléctricas con 12 horas de autonomía que no emite gases contaminantes.
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