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Crisis financiera mundial | Acoso a los bancos de inversión

Morgan Stanley busca el amparo de un gran banco para no acabar como Lehman

Washington Mutual, la mayor caja de EE UU, trata de encontrar un comprador

John Mack es conocido en Wall Street por ser un banquero responsable, y a la vista del zigzag que están haciendo las acciones de Morgan Stanley no quiere que la firma corra la misma suerte que Lehman Brothers. El banco de inversión está sumido en un debate interno para ponderar si le interesa seguir operando como una entidad independiente o integrarse en un banco más grande, según informaron ayer varios medios de EE UU. HSBC es el candidato que suena en las especulaciones, en parte porque es de los pocos con capacidad para ello.

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Los eventos de los últimos días están precipitando el debate sobre el futuro de la poderosa banca de inversión en EE UU. La crisis de las hipotecas subprime se ha llevado por delante ya a tres de las cinco grandes entidades en este lucrativo negocio: Bear Stearns, Lehman Brothers y Merrill Lynch. Un cambio estructural que deja a Goldman Sachs y Morgan Stanley en solitario, pero sufriendo el acoso del mercado. Sus costes de financiación se disparan y sus acciones se desploman, generando un círculo vicioso similar al que ha hecho caer a los otros bancos de inversión.

Mack decidió adelantar 12 horas la publicación de los resultados trimestrales de la entidad en un intento de ganarse la confianza de Wall Street. Muchos bancos se darían con un canto en los dientes si hubieran cerrado el tercer trimestre con unas ganancias de 1.430 millones de dólares, un 7,7% menos que hace un año. Y aunque las opiniones de los analistas son positivas, nadie se fía.

Los inversores están tratando estos días de buscar similitudes entre los bancos. Y todo pasa tan rápido que es difícil de digerir, como señalan desde Wachovia Securities, donde explican que los problemas del sector financiero no se resolverán de la noche a la mañana. Desde Grail Partners dicen que hay un nuevo baremo en la aplicación de la regla demasiado grande para quebrar. "La banca de inversión ya no cuenta con la red de seguridad que le protegía", afirman. Ante esta situación de incertidumbre, los títulos de Morgan Stanley llegaron a caer ayer un 44% en el peor momento de la sesión y se colocaron en el mínimo anual. En la misma senda estaba Goldman Sachs, cuya caída llegó a ser del 26,5%. Son las mayores caídas de su historia.

John Mack estaría tratando de evitar el mismo error que cometió Richard Fuld, que con su negación de la realidad dejó a Lehman Brothers sin pretendientes y abocado a la bancarrota. Morgan Stanley no está en este momento en negociaciones con ningún banco, como señalan desde la entidad. Y en el seno de la firma son reticentes a dar este paso.

Por eso en el parqué no se descarta que los acontecimientos le fuercen a cambiar el rumbo de la compañía y buscar un socio bien capitalizado que le ponga bajo su paraguas en medio del temporal, como hizo John Thain con Merrill Lynch, vendiéndola a Bank of America. Y es que aunque dispone de liquidez suficiente para seguir operando, creen que su situación puede complicarse si la crisis se prolonga, porque el modelo está roto.

La misma reflexión se hace con Goldman Sachs, el mayor banco de negocios del mundo. Precisamente es Goldman quien está pilotando la subasta de otra entidad en problemas: Washington Mutual. Según The New York Times, el banco de negocios habría contactado ya a JP Morgan Chase, HSBC y Wells Fargo para ver si están interesadas en pujar por la mayor caja de ahorros y préstamos de EE UU.

Sede central de Morgan Stanley en Nueva York.
Sede central de Morgan Stanley en Nueva York.REUTERS

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