Las juventudes del PSE esperan un liderazgo que revitalice la organización
"Era el momento para resaltar con ideas arriesgadas", cree un ex dirigente
"Euskadi ya ha cambiado. La sociedad vasca es, a día de hoy, cosmopolita y progresista y me gusta pensar que en algo, todos nosotros, hemos podido ayudar. Gracias por todo, ha sido un honor contar con vosotros". Ekain Rico se despedía así en su blog un día antes de que se abriera, ayer, en el Palacio Europa de Vitoria el congreso ordinario de las Juventudes Socialistas de Euskadi (JSE-Egaz). Ayer tarde, mientras los 58 delegados discutían en las diferentes comisiones en las salas, del recinto vitoriano, no había ni un comentario en su blog.
No lo ha tenido fácil en estos tres años el secretario general saliente, incluidas desafecciones en su equipo y diferencias personales en la junta directiva saliente. Además, la potente sombra de algunos de sus predecesores en el cargo -el más inmediato, el ahora diputado Eduardo Madina, pero también Dani Díez o el actual alcalde de Portugalete y hombre de confianza de Patxi López, Mikel Torres, o el propio Melchor Gil hace ya décadas, ha pesado en el mandato de Ekain Rico. "Han sido liderazgos muy fuertes, con propuestas y reflexiones muy peleonas que en varias ocasiones han puesto en un brete a los sucesivos secretarios generales", explica un buen conocedor de Egaz.
"Siempre nos han dicho que tenemos que ir por delante del partido, que debemos ser atrevidos, pero luego llegan los guardianes de las esencias. Y si, al final te marcan tanto los tiempos y los debates para evitar problemas, se va matando la organización", reflexionaba poco antes de asistir a la cena prevista en el cónclave un ex militante de Egaz que, con la treintena ya pasada, juega ya en la liga superior.
Atrás quedan congresos de juventudes donde los documentos políticos de discusión ponían los pelos como escarpias a los líderes del partido o a la parte más conservadora del aparato. "Visto con perspectiva era precisamente eso lo que daba vida al partido y a nosotros mismos. Veo la existencia de diferentes voces como algo sano, frente al rollo monolítico", admitía ayer un socialista.
La demanda de dar un impulso a la organización es una reflexión generalizada entre las personas vinculadas de una u otra manera con Juventudes Socialistas de Euskadi consultadas por este periódico. "Este era el momento de que juventudes brillara y resaltara con propuestas realmente arriesgadas, cuando el PSE está en una situación como nunca en el camino de la alternancia", sostenía en tono casi apesadumbrado esta semana un ex líder de JSE, dando a entender que la organización ha perdido fuelle desde que Rico tomó las riendas en diciembre de 2005. "Hemos tenido presencia y los medios han recogido nuestras propuestas", contrarrestaban desde la dirección saliente. Y los delegados se esforzaban ayer, en el cónclave, en poner las bases para que Egaz vuelva a tirar del carro.
Con más ideas, como planteaba el lema del congreso, para colocar eslóganes más sugerentes que el ya pasado de moda Haz el amor y no la crispación presente ayer en una cajita de cartón en una de las mesas de materiales del cónclave. Y dentro, claro, el consabido preservativo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.