"El cine debe aprender de los fracasos de las discográficas"

En 2006, un cambio de presidente provocó una revolución en el mundo del cine. El estudio Paramount -uno de los clásicos de la historia del celuloide, nacido en 1916 y único que mantiene sus oficinas en Hollywood- pasó a ser presidido por Brad Grey. Perteneciente al grupo Viacom, Paramount comenzó entonces a trabajar de nuevo con grandes nombres, compró DreamWorks (la productora de, entre otros, Steven Spielberg) y decidió distribuir sus películas por su cuenta, fuera de UIP, la joint venture que le unía con United Artists, Universal y Metro Goldwyn Mayer.

Y en esa andadura en solitario le ha llegado el turno a España. La semana pasada, Andrew Cripps, presidente de la distribuidora Paramount Pictures International, celebró en Madrid la puesta en marcha de su filial española, justo en un momento en el que, por culpa de Internet y del top manta, dedicarse al negocio de las películas no parece la forma más rápida de hacerse millonario.

"Apostaremos por buenas películas que atraigan a más público"

"Desgraciadamente, España es líder en piratería en Europa Occidental"

"En España distribuiremos o produciremos unos 30 largos anuales"

"La temporada estival ha superado hasta mis expectativas"

A la actual Paramount, sin embargo, no parece irles mal: este verano, en EE UU ha ganado 1.600 millones de dólares, principalmente con el último Indiana Jones, Kung Fu Panda y Iron Man. Así que Cripps, británico nacido en Sri Lanka y criado en Japón, muestra su orgullo por los resultados. Desde Londres, Cripps dirige una compañía que se está musculando: en pocas semanas estrenará su última comedia, Tropic Thunder, una guerra muy perra; en Navidades llegará Madagascar 2, y en 2009 Transformers 2, Monsters vs. Alien y sobre todo Watchmen, la adaptación a la pantalla del cómic homónimo de superhéroes, considerado el mejor de la historia. Eso, si no acaba en drama el juicio por los derechos de adaptación.

Pregunta. ¿España importa de verdad al mercado del cine?

Respuesta. Desde luego, es el quinto mercado del mundo. Hemos abierto oficinas en Reino Unido y Francia, y en enero arrancaremos en Alemania. Es cuestión sencillamente de ir encontrando la gente adecuada para formar el equipo que queremos. Necesitamos unos seis meses para poner en marcha una filial.

P. Desde 2006 llevan un ritmo de lanzamientos y cambios en la empresa que tiene al resto de la industria corriendo detrás asfixiados.

R. Sí, todo ha ido muy rápido. Aún seguimos con UIP en muchos países, pero creemos que nuestro camino será la independencia. Y apostar por buenas películas que atraigan a más público. Es verdad que la división tiene mucho que ver con la capitalización: para crecer vimos que teníamos que ir en solitario, cuidar más nuestro producto. Queremos producir y distribuir con compañías locales. Dentro de una joint venture como UIP había demasiadas películas, y con ese tamaño se estaba convirtiendo en ingobernable. Ahora mismo hay 15 países, los más importantes del mercado del cine, en los que o hemos abierto oficina o estamos en pleno proceso de reclutamiento.

P. La taquilla veraniega les ha reafirmado en su camino. ¿Hasta dónde pueden crecer?

R. Es verdad que la temporada estival ha superado hasta mis expectativas. Si pienso en el verano que viene, con Transformers 2, G. I Joe y Star Trek, intuyo posibilidades parecidas. Así que ya veremos.

P. ¿Qué significa el mercado español para Paramount? Es un país complicado, con muchas descargas de filmes por Internet y con un top manta poderoso.

R. Desgraciadamente, España es líder en piratería en Europa Occidental. Comercialmente tenemos que estrenar rápido, con muy poca distancia entre el estreno mundial y la llegada aquí de las películas por el bien del negocio y para contrarrestar la piratería..., pero vamos a luchar por ello en España junto con la Federación Antipiratería. Desde luego, deberá ser de la mano del resto de las operadoras, de los creadores de contenidos y del Gobierno. Creo que la piratería está cercenando las posibilidades de esta industria. Pero apostamos por nuestro futuro. Si no, no abriríamos oficina en España. No acabaremos con la piratería, aunque sí espero que decrezca rápidamente.

P. El acuerdo al que llegó Apple la pasada Semana Santa con los grandes de Hollywood [incluida Paramount] para distribuir en su tienda virtual iTunes los filmes al mismo tiempo que se lanzan en DVD e incluso en algún caso casi a la vez que su estreno en la gran pantalla parece una buena salida antipiratería.

R. La industria del cine debe aprender de los fracasos de la industria discográfica. Tardaron en ofrecer opciones legales por Internet a los consumidores. Y la gente va a utilizar la Red legal o ilegalmente. Esa nueva ventana de comercialización ofrecerá una salida legal al embrollo. Aun así, será una pequeña parte del negocio.

P. En Paramount distribuyen los filmes de DreamWorks Animation, empresa que ya ha decidido crear todas sus películas de dibujos animados en 3D digital.

R. Otra gran aportación para que la gente vuelva a las salas. Y pronto veremos también películas de tres dimensiones con actores de carne y hueso. El público tiene cada día mejores equipos audiovisuales en casa. Así que tenemos que inventar nuevos y atractivos productos.

P. Volviendo a España, ¿es verdad que distribuirán filmes españoles?

R. Eso espero. España es un mercado muy interesante, porque la cuota de mercado ocupada por filmes locales es muy pequeña en comparación con Francia o Italia. Eso cambiará, y ahí habrá una oportunidad de negocio. Incluso coproduciremos con talentos españoles. Por ahora en España distribuiremos o produciremos unos 30 largometrajes anuales, que facturarían unos 100 millones de euros [ya tienen el 18% de cuota de mercado].

P. Usted ha trabajado en diversas industrias además de la cinematográfica. ¿El cine es muy diferente al resto de los productos de consumo?

R. Sí, porque hasta en una cena la gente habla de películas. Es algo que llega a todo el mundo. Además, cada película es diferente, cada país es diferente a la hora de plantearse el estreno, cada cineasta diferente... No sé, el cine no tiene nada que ver con otros productos de consumo masivo, como, por ejemplo, la coca-cola. Y a la vez crea una comunión especial con los consumidores que te acompañan en la experiencia, como cuando ves con otras 400 personas una buena comedia: te sientes en comunión con ellos. Sólo llevamos 100 años de negocio y nos quedan como poco otros 100.

P. ¿Cuál es la última película que ha visto?

R. Madagascar 2, hace siete días en Los Ángeles.

P. ¿Ve películas de otros estudios?

R. Al menos dos a la semana. Hacemos pases en nuestras oficinas. En este negocio es importante ver qué hacen los competidores y observar lo que producen las empresas locales. -