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Un trabajoso regreso a Londres

Cientos de turistas se ven afectados en L'Altet por la quiebra de XL Airways

En tierra hasta nuevo aviso. Así se quedaron ayer a primera hora de la mañana cientos de pasajeros de los vuelos que partían desde el aeropuerto de L'Altet en Alicante hacia Glasgow (Escocia), Gatwick (Londres) y Manchester tras declararse en bancarrota la compañía responsable, XL Leisure Group, por los "precios volátiles del petróleo". No obstante, a lo largo del día prácticamente todos fueron recolocados en vuelos de otras compañías, y sólo una decena de afectados con reservas por Internet no pudo embarcar.

Los pasajeros fueron recolocados en vuelos con plazas libres

A primera hora, las pantallas del aeropuerto señalaban la cancelación del vuelo XL destino a Gatwick. En los puestos de facturación para esta línea, dos folios explicaban el problema y remitían a los afectados al puesto de la compañía Thomson que, junto a First Choice, organizaron su repatriación. Los afectados fueron llegando a lo largo de la mañana a la espera de una solución. Pese a todos los inconvenientes y el trabajoso regreso a Gran Bretaña, no hubo nervios ni tensión.

Lisa y Scott, con sus niños de 4 y 5 años, habían pasado siete días de vacaciones junto a la familia de él en Alicante y ayer tenían que coger el vuelo a Gatwick a las 9.25. "Nos han dicho que entre hoy y mañana podremos volar", apuntaba Lisa mientras los trabajadores de Thomson se volcaban con la gente para acortar la espera.

Un avión procedente de Tenerife sur tenía previsto recoger anoche a las 23.00 a unos 200 afectados en L'Altet para trasladarlos a Londres. Las compañías británicas actuaron con rapidez resituando a pasajeros en vuelos en los que había plazas libres hasta que casi nadie quedó en tierra. "Tenemos un libro y agua para pasar el tiempo", aguardaba resignada Laura Wilson, que junto a su pareja, Fred Fursyth, había disfrutado de una semana en Calpe.

Los afectados no se mostraban enfadados, pese al complicado final de su estancia en Alicante. Aplaudían el trabajo de Thomson y algunos pensaban en las familias que se han quedado en paro por la quiebra de XL. "Esto no es nada comparado con eso" apostilla una pasajera británica.

Empleadas de otras compañías estudian las listas de pasajeros para recolocar a los afectados de la quiebra de XL.
Empleadas de otras compañías estudian las listas de pasajeros para recolocar a los afectados de la quiebra de XL.JOAQUÍN DE HARO

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